¿Apple como startup o como corporación? El dilema de su organización empresarial

¿Apple como startup o como corporación? El dilema de su organización empresarial

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¿Apple como startup o como corporación? El dilema de su organización empresarial

Durante el fin de semana se ha iniciado un debate poco usual alrededor de Apple. Se trata de un aspecto que numerosos usuarios ignoran sobre la compañía de Cupertino, su tipo de organización. Mientras que las corporaciones recurren a las divisiones para organizarse internamente, Apple ha elegido hacerlo de manera funcional.

Es decir, Apple lleva teniendo un tipo de organización similar al que tienen las startups desde hace varias décadas. Y es ahora cuando ciertos observadores están poniendo en duda este modelo. ¿A qué se debe este debate?

Organización divisional vs funcional

Ipod

En el mundo corporativo, la inmensa mayoría de empresas están organizadas en divisiones. Esto significa que cada división es como una empresa dentro del conjunto y actúa con cierta independencia del mismo. Las ventajas de este modelo son:

  • Responsabilidad directa de la marcha de la división en una serie concreta de individuos. Al tratarse de una división, ésta cuenta con un equipo ejecutivo propio que responde por la marcha de la división ante la "jefatura" de la empresa. Para bien y para mal.
  • Esto hace que existan incentivos para rendir al máximo dentro de la división.
  • Cuando el mercado cambia, la división suele poder actuar con mayor rapidez al no tener que hacer frente a la burocracia de una compañía entera.

A pesar de que este tipo de organización corporativa tiene la apariencia de ser muy eficiente, tiene una serie de desventajas muy importantes. La más destacada es que con frecuencia las divisiones de una misma compañía entran en guerra entre sí. Compiten por recursos de la "empresa madre" y por su atención, con frecuencia abortando el nacimiento de proyectos que amenazan su existencia pero que serían provechosos para la empresa en su conjunto.

En cambio, la organización funcional es fuerte donde la divisional flaquea. En vez de organizarse por producto o servicio, lo hacen mediante tareas o funciones. Marketing, finanzas, diseño y operaciones, todas se realizan de manera transversal sin distinguir productos. El manejo de recursos es más eficiente, al contratar tan solo una vez a expertos en un área y no tener que multiplicar el puesto por el número de divisiones.

Los errores de la organización divisional

Ipad Pro

Ejemplos de los inconvenientes de la organización divisional los encontramos en abundancia en el mundo tecnológico. Sony tenía hace años todos los elementos necesarios para crear el iPod antes que Apple. Una discográfica, una marca como Walkman y la tecnología que traía bajo el brazo. Además de televisores, ordenadores y contactos con la industria de la música. Pero fue Apple y no Sony quien lanzó el iPod y revolucionó la música.

El caso de Microsoft es de estudio. Tuvieron en su mano la posibilidad de entrar primeros y dominar el mercado de smartphones, pero la importancia de Windows y Office internamente abortó todo intento de diversificar los recursos.

Jony Ive
Las organizaciones divisionales atacan cualquier proyecto interno que suponga una amenaza para su existencia, disminuyendo la capacidad para competir de una empresa en el futuro

En ambas empresas, las divisiones ya establecidas acapararon la atención y recursos de sus ejecutivos, evitando el surgimiento de nuevos negocios. Y lo hacían por una buena razón: de haberlo hecho, su existencia se vería amenazada. Se trata de la decisión acertada para la división, pero no para la compañía en su conjunto.

Apple funcionó de esta manera durante un tiempo. Antes del retorno de Steve Jobs a finales de los noventa, la compañía contaba con divisiones que peleaban entre sí. Jobs puso orden en la organización, suprimiendo líneas enteras de productos y racionalizando los objetivos de la empresa.

En la actualidad, no hay una persona encargada del Mac, del iPhone o del iPad. Hay equipos de hardware, de software, de iCloud y de Siri, por poner unos ejemplos. Todos ellos actúan de manera transversal en el conjunto de la empresa. Y es aquí donde entran las críticas a Apple y su organización.

Las desventajas de la organización funcional

Forstall

La forma que tiene Apple de organizarse, propia de una startup, no es perfecta. Por su propia naturaleza, hace que no haya una línea de responsabilidades clara cuando ocurre un error. No hay un "director de diseño del Mac" o " vicepresidente de marketing del Apple TV", porque esas funciones son comunes a todos los productos.

Es por ello que la colaboración es extremadamente necesaria en una compañía de este tipo. El tamaño que está adquiriendo Apple lo hace complicado, razón por la que cualquiera que se interponga en el camino de una mayor colaboración entre equipos sea visto como un impedimento. Y eso fue lo que sucedió con Scott Forstall y su famoso despido. Tim Cook argumentó que se trataba de un episodio por el que Apple quería fomentar la colaboración entre las diferentes áreas de Apple.

Campus
Apple y su organización no son perfectas, por eso Tim Cook pone especial énfasis en la colaboración entre equipos

En esa misma línea se mueve el nuevo campus que la compañía está levantando en Cupertino. Steve Jobs estaba obsesionado con la colaboración dentro de su compañía, puesto que sabía de las limitaciones de su modelo funcional. A pesar de esto, los límites de este modelo son evidentes: al no existir responsables de productos, no hay nadie que directamente los empuje cuando hace falta.

Estratégicamente, este enfoque tiene sentido en un sector tan maleable como el tecnológico. Si Apple se hubiera enrocado en el Mac, nunca habríamos visto el iPod. La división responsable del iPod nunca hubiera permitido que el iPhone saliera a la luz y pusiera en peligro su vida. El iPad tampoco se habría lanzado si hubiera dependido de la división de Mac.

La mayor debilidad de la organización de Apple es, precisamente, su mayor ventaja: canibalizarse a sí misma. Un lema que Steve Jobs siempre ha querido tatuar a fuego a su compañía.

En Applesfera | 10 años del discurso más recordado de Steve Jobs: «Stay hungry, stay foolish».

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