Una montaña rusa llamada iPad: pasado, presente y futuro del tablet de Apple

Una montaña rusa llamada iPad: pasado, presente y futuro del tablet de Apple

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Una montaña rusa llamada iPad: pasado, presente y futuro del tablet de Apple

Cómo son las cosas. Cuando Apple presentó el iPad en enero de 2010, la mayor parte del público entusiasta y de las publicaciones tecnológicas tuvo una reacción negativa. Un iPod Touch grande, lo llamaron con desdén. Sin embargo, la verdadera prueba de fuego vendría a partir del siguiente abril.

A finales de 2010 se habían vendido casi quince millones de unidades, cuando en un principio los analistas y críticos afirmaron que sería un producto que "sólo comprarían los acólitos". Por supuesto, se convirtió en una tormenta perfecta que acabaría vendiendo más de 250 millones en todo este tiempo. Estos cinco años de historia han estado marcados por una continua decepción de esas mismas previsiones y juicios precipitados.

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El iPad nace como un producto limitado

Ipad Air Funda

Sin flash, USB o tarjetas de expansión de memoria, ¿quién iba a encontrar eso atractivo?

El listado de cosas de las que carecía la tableta de Apple era y sigue siendo muy largo: puertos de conexión, tarjetas de expansión de memoria, flash, multitarea real y gestión de archivos entre otras muchas cosas. A pesar de ello, aunque uno puede argumentar que fue precisamente por esas ausencias, el iPad fue un éxito.

Los que somos apasionados de la tecnología a veces somos incapaces de ponernos en la piel del resto de personas. Somos early adopters con unos intereses, necesidades y gustos muy diferentes al mercado general. Por eso, tenemos declaraciones como las de Daniel Nations en enero de 2010, donde afirmaba que el iPad sería un fracaso por las siguientes razones:

  • No cabe en tu bolsillo.
  • Es demasiado caro.
  • No reemplaza a tu portátil.
  • Sólo tienes acceso a un internet descafeinado [en referencia a flash].
  • Nadie necesita en realidad un iPad.

Todos estos argumentos (excepto el de flash, algo que dejaría de ser relevante con el tiempo) vienen desde el punto de vista de alguien muy diferente al usuario medio. Sólo pueden entenderse de una mentalidad heredada del mundo del PC. Esto es algo significativo porque en los países en desarrollo un PC es un dispositivo que seguramente no tenga la misma importancia.

Nosotros nos conectamos a internet por primera vez con un ordenador. Los siguientes mil millones de usuarios lo harán con su smartphone en un principio, algunos utilizarán una tableta después. Pero pocos llegarán a tener un portátil para uso personal. Algo que puede parecer impensable.

Construyendo sobre unos cimientos sólidos

iPad original
Siempre digo que Apple presenta primeras generaciones sólidas, con algunas carencias, pero que sirven para construir sobre una misma dirección. La visión que la compañía ha tenido para esta categoría no ha variado, pero sí ha ido tomando caminos que transcurrían en paralelo.

El iPad es un ejemplo de ello. Desde su primera generación, la tablet de Apple ofrecía una experiencia de uso que atrajo a millones de personas. En 2010, los ordenadores aún no eran tan rápidos en encenderse y los smartphones tenían pantallas mucho más pequeñas que las de ahora. Por lo que el iPad se posicionaba como el dispositivo ideal para consumir contenido en casa y ofrecer una movilidad fuera del alcance del ordenador.

El iPad original fue un buen punto de partida; el iPad Air 2 construye sobre los mismos cimientos sólidos

Pero los planes de Apple eran mucho más ambiciosos que un simple trozo de cristal conectado a internet. En versiones sucesivas, el iPad añadió características, tapó carencias y amplió la familia:

  1. El iPad 2 es el que muchos hubieran deseado en la primera generación. Cámaras, más delgado, un nuevo diseño y unos componentes más potentes le permitieron convertirse en un auténtico fenómeno de masas.
  2. El iPad 3 fue la versión más criticada por la inclusión de la tecnología retina y las concesiones que supuso en cuanto a grosor y carga de la batería, además de que fue renovado apenas 7 u 8 meses después ese mismo año por el iPad 4 con conectividad Lightning y un chip mejorado.
  3. En 2012 también se presentó el iPad mini original, una respuesta a la demanda que estaban demostrando tener las tabletas competidoras en formatos menores a las 9 o 10 pulgadas. Era el momento en el que el Kindle Fire de Amazon y otras tabletas de Samsung estaban haciendo negocio y tenía el potencial de quedarse con esta porción del mercado.
  4. A pesar de que el iPad Air fue una gran renovación en cuanto a diseño, delgadez y potencia, no pudo hacer nada por seguir empujando las ventas hacia arriba. Desde comienzos de 2014 quedó claro que algo iba "mal". Las ventas se contrajeron y comenzaron a caer.

Hay una afirmación que utilizaban los críticos contra el iPad con la que sí que estoy de acuerdo: nunca iba a ser como el iPhone en cuanto a ventas. Que un producto tecnológico pueda hacer sombra al terminal estrella en cuanto a ventas, ingresos y beneficios es casi imposible. Ni siquiera el Apple Watch podrá superarlo.

Sin embargo, como muestra la siguiente gráfica, su éxito inicial despistó a michos y les llevó a pensar que sí sería más grande que el iPhone:

Ventas Ipad 17 Primeros Trimestres

Ahora sabemos que modelos como el iPad 2 siguen dando guerra cuatro años después de su lanzamiento. Mis padres aún tienen el suyo y lo utilizan diariamente. Los ciclos de renovación están demostrando ser mucho más largos que los del terminal estrella de Apple. Guardan un gran parecido con el del ordenador.

Futuro y áreas de crecimiento del iPad

iPad Air segunda generación
En cuanto oímos que las ventas de tal o cual producto flojean, con rapidez damos nuestra opinión sobre qué debería hacer una compañía para darles la vuelta. El caso del iPad no es una excepción. La mayoría piensa que para que recupere su trono, debe incorporar cuatro novedades muy demandadas:

  • Gestión de archivos.
  • Multitarea real con pantalla dividida.
  • Colocar puertos.
  • Tarjetas para ampliar la memoria

En definitiva, lo que se propone es que se parezca más a un ordenador. Pero, ¿no fue precisamente estas carencias lo que hacían atractivo al iPad a un gran número de personas? ¿No estaríamos eliminando la simpleza de uso como su punto más fuerte de venta?

Miro mi iPad mini y pienso realmente si alguna vez he echado de menos estas características. Creo que la productividad no se mide a partir de la "vara" del PC sino a través del dispositivo que tenemos a mano en cada momento. Apple nos ha demostrado con Continuity en Yosemite que ellos no creen en la convergencia sino en hacer que sus dispositivos se "entiendan" mejor entre ellos. Algo que por supuesto contribuye a sus arcas.

Por estas razones, el futuro del iPad parece depender de los ciclos de renovación. Un área de crecimiento que desde Cupertino están empujando con fuerza es el mercado corporativo. Hay grandes oportunidades en mercados de tipo vertical como los empleados que utilizan un portapapeles mientras van inspeccionando maquinaria.

Aquí también podría entrar el rumoreado iPad Pro, uno cuya pantalla más grande le orientaría a labores más profesionales. Un público más concreto y exigente al que sí tendría sentido colocar una multitarea tipo pantalla dividida o un gestor de archivos.

Los años de crecimiento desmesurado han quedado atrás y el iPad parece estar encontrando su sitio. La estabilización de las ventas no ha detenido a una Apple empeñada en mejorar su tablet generación tras generación, tal como demuestra el iPad Air 2.

En Applesfera | ¿Hemos dicho ya que el nuevo iPad Air 2 es rápido, MUY rápido?

Imágenes | Yutaka Tsutano, Jordi Payà y LWYang.

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