Que te roben el iPhone es algo que por desgracia ocurre con frecuencia. A la pérdida del dispositivo, es inevitable pensar en cuál es el destino que le depara. Las protecciones de Apple contra robo y reactivación de sus dispositivos son bastante fuertes, incluso si los ladrones consiguieran entrar en el dispositivo.
Qué pasa con un iPhone robado
Si alguna vez has querido vender un iPhone o iPad, sabrás que debes introducir la contraseña de tu Apple ID para que otro usuario pueda utilizarlo. Este es justo el impedimento con el que se encuentran los ladrones. Un bloqueo que no se puede superar salvo que utilicen técnicas de "ingeniería social" que vimos hace tiempo. Con ello, los ladrones intentan obtener tu contraseña haciéndose pasar por Apple y pidiéndote tus contraseñas (jamás se las des a nadie).
Esto deja el dispositivo inservible hasta que el dueño de la cuenta de Apple introduzca la contraseña. También sucede en el caso de que unos ladrones entren a robar en una Apple Store y se lleven los dispositivos, como ocurrió ayer en Valencia. Es por esto que los ladrones sólo tienen una salida: vender el iPhone robado por piezas.
En la captura superior podemos ver la estimación del coste de los componentes de un iPhone X, según IHS Markit. Como puede verse, el componente más costoso es la pantalla del terminal, con una estimación de 110 dólares. La carcasa trasera, que es de cristal y alberga el sistema de carga inalámbrica, cuesta 61 dólares. El sistema TrueDepth tiene un coste de 16,70 dólares.
Sí que es interesante ver que la batería doble de un iPhone X son tan sólo 6 dólares, un componente que se vende en las tiendas a varias veces su precio debido a la mano de obra requerida en la operación. Hay que tener en cuenta que estos costes son una estimación y que se ignora toda la inversión realizada en I+D así como en software y algunas adquisiciones realizadas por la compañía.
Robo de iPhone y venta de sus componentes
Una búsqueda rápida por eBay nos arroja cientos de ofertas de iPhone bloqueados a precios bajísimos. Esto se debe a que tan solo un puñado de componentes (pantalla, carcasa y tal vez la batería) son aprovechables. Estos acaban en tiendas de reparación de bajo coste, según una investigación de Wired de hace varios años, y enviados a Oriente Medio y Asia.
Obligar a los fabricantes a instalar un kill switch, una función para "matar" el terminal por control remoto, tampoco sería la solución. Según Wired:
El robo callejero puede que descienda un poco. Tal vez mucho. Pero las entrañas del teléfono todavía son valiosas. La gente va a destrozarlos para venderlos por partes.
Es una lástima que terminales en perfecto estado acaben siendo despedazados y recolocados en otros iPhone. Hace unos años se supo que recurrir a reparaciones de pantalla no oficiales podía bloquear Touch ID. Y también que una reparación no oficial de este mismo sensor podía bloquear el teléfono debido a que está enlazado con el procesador del terminal. Finalmente, se solventó con una actualización de iOS.
Recurrir a este tipo de reparaciones acaba fomentando la rentabilidad y salida de terminales robados, aunque eso no quiere decir que siempre se utilicen piezas de dudosa procedencia.
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