Cuando instalo un sistema operativo mantengo activadas todas las características visuales, para así disfrutar en todo su esplendor la interfaz de usuario, las animaciones, los colores y transparencias. Lamentablemente esto no siempre funciona como debiera en ordenadores que no cuentan con lo último en hardware, o bien, no son de última generación.
Actualmente poseo un MacBook Pro early mid 2010 y un MacBook Air mid early 2014 y ambos han estado presentando problemas con las animaciones de la interfaz en Yosemite, sobre todo al usar Mission Control cambiando entre escritorios y Launchpad, mostrando cierto retraso en el cambio de ventana o aplicación. Investigando un poco encontré que no soy el único y para resolverlo hay una sencilla solución que no me convence del todo, pero algo es algo.
Inicialmente pensé que se trataba del hardware de mis equipos, pero veo que se trata de un problema de optimización en la gestión de memoria, que al parecer en la actualización a OS X 10.10.2 no han logrado resolver, por ello la recomendación es desactivar las transparencias y aumentar el contraste.
Para ello seguiremos la siguiente ruta: > Preferencias del Sistema > Accesibilidad > Pantalla, y aquí activaremos la casilla de 'Aumentar contraste' y automáticamente se activará la de 'Reducir transparencia'.
Con esto veremos que desaparece el suavizado de los bordes y en general todas las transparencias, pero es el sacrificio que debemos hacer en favor de la productividad, donde con cinco escritorios y decenas de ventanas abiertas cambiando entre ellas de manera constante durante todo el día, lo obvio es que me decida por tiempo de respuesta antes que por estética.
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