Reckless Racing 2. A fondo

La respuesta a la eterna pregunta sobre el mejor juego de iOS, sobretodo si nos centramos en los títulos de conducción, está más que clara: Real Racing 2 HD gana a todos por goleada. Lo hace en gráficos, jugabilidad, posibilidades y horas de juego. Sin embargo es ineludible hacer de vez en cuando una criba por géneros más específicos, y dejando de lado los simuladores para centrarnos en el género arcade, Reckless Racing 2 merece un primer puesto en ese podio.

Como en el caso del título de Firemint, Reckless Racing 2 triunfa con un combo que incluye buenos gráficos, una jugabilidad divertidísima y esa mezcla de pistas, coches y mejoras para los vehículos que te invita a jugar una y otra vez durante horas. Si eres de los que disfruta con las carreras vertiginosas, los saltos y los derrapes, estás ante un título imprescindible.

Inicias el juego y ya sabes qué modo te va a traer más alegrías. Hablo del modo carrera, por supuesto, en el que empiezas con el coche más pobre que te puedes permitir para ir ganando dinero y mejorándolo paulatinamente. A diferencia de otros títulos donde siempre tienes la sartén por el mango, aquí es muy probable que tengas que repetir más de una carrera, y no necesariamente porque tu coche vaya a pedales.

La curva de dificultad está genialmente implementada, y gastarte el dinero en el coche más potente no necesariamente va a significar que le pases la mano por la cara a tus rivales. Deberás aprender a controlar los derrapes, las pistas y, sobretodo, cuáles son los puntos fuertes de tu coche en cada tramo, circuito y competición.

A menudo te verás obligado a repetir carreras que, de una forma u otra, sabes que no vas a ganar. Pero claro, necesitas el dinero para comprarte esas nuevas ruedas que impidan que tu viraje en las curvas acabe con el coche derrapando sin control. Afortunadamente, tras el reto y el afán de superación, llegará una victoria con mucho mejor sabor de boca. Y es que no has ganado porque sí, has trabajado duro para llegar a ese punto, y la satisfacción al comprobar que lo has hecho lo mejor que podías, es enorme.

Lejos de ver cómo repites un circuito tras otro, el diseño de niveles se ha creado ofreciendo varios caminos, por lo que pese a estar en un mismo escenario la sensación de estar jugando en un nuevo circuito será constante durante todo el juego. Lejos de aprovecharse de esa situación y maquillar dicha repetición, contaremos con 24 circuitos que pondrán a prueba nuestra habilidad sobre el asfalto, la tierra o los saltos.

Sobra decir que la calidad y detalles de cada uno de ellos son soberbios. Algo que, por cierto, se podría haber empleado también en los 18 vehículos disponibles. Un número que no nos importaría ver ampliado, como también disfrutar de coches más cercanos a modelos reales, aunque acabasen llamándose BNW o SETA.

Se agradece también que los desafíos sean variados, alejándote del clásico llega primero y maquillándolo con cronos, eliminaciones por vuelta o esos niveles en los que los cruces de caminos acaban simulando una especie de tráfico real.

No nos quejaríamos tampoco disfrutando de otro tipo de controles, pero los que hay funcionan a la perfección, y haber incluido modos online y localización a nuestro idioma nos impiden criticar a un título que está hecho con mucho mimo. Reckless Racing 2 es un juego de carreras soberbio que conoce sus limitaciones, pero es capaz de mirar a la cara al 90% de juegos 3D de corte clásico y saber que sus 3,99 euros valen su peso en oro en comparación con los demás.