¿De dónde viene el sonido de una espada láser en Star Wars? Así se usan los Mac en los laboratorios de Skywalker Sound

Skywalker Sound Apple
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En Apple también son fans de Star Wars. Y hoy que es 4 de mayo (May the 4th be with you!), la compañía ha querido hacer un regalo a los aficionados de la saga con una visita exclusiva a los laboratorios de Skywalker Sound. En ellos se crean los efectos de sonido presentes en sus películas y series, y los Mac están muy presentes en ese trabajo.

De un ventilador al vuelo de un caza TIE, pasando por una granja de Mac Pro

El vídeo, que puede considerarse un mini-documental de unos 16 minutos, nos muestra cómo Skywalker Sound tiene sólo una sede en la cual trabajan todos sus empleados. Ahí cuentan con todas las herramientas necesarias para trabajar en los 200 proyectos cada año. La biblioteca completa de sonidos que han amasado con el tiempo es de 720.000 archivos entre películas de Disney, Pixar y otras productoras además de Lucasfilm.

Los responsables de crear esos sonidos dejan claro que el proceso de creación debe ser rápido, para que no interfiera con el proceso creativo. Y para eso cuentan con un centro de datos repleto de modelos de Mac Pro anclados en racks para servidores. Los trabajadores pueden tener sus ordenadores a modo de terminal en sus mesas, pero el procesado duro de sonidos se hace en ese centro de datos.

Un saco de arena puede ser una persona cayendo, un ventilador puede ser un caza imperial... los efectos de Star Wars parten de los objetos más inesperados

Los sonidos no se crean digitalmente desde cero: a veces se usa el sonido y ruido de objetos. Un saco de arena cayendo al suelo puede sonar como un cuerpo cayéndose si se modifican sus tonos. Un ventilador bajado de semitonos puede ser el sonido de un modelo especial del caza TIE del imperio galáctico. Skywalker sound cuenta con una sala llena de objetos que golpear, fregar, retorcer... lo califican como "una caja de magia" llena de sonidos.

El vídeo también cuenta cómo el proceso de montaje final también es delicado y no se trata solamente de colocar todos los sonidos uno encima de otro: sus efectos pueden cancelarse unos encima de otros, de modo que hay que integrarlos para que su efecto cuadre a la perfección en la escena. Y todo para que el resultado final sorprenda a los espectadores y realmente crean que lo que están escuchando es el motor de una nave espacial que no existe en la realidad.

Me temo que mi afición a Star Wars es prueba de ello: gracias al trabajo de estos ingenieros de sonido puedo distinguir fácilmente entre cómo suena un caza de Naboo, uno imperial o un Ala-X de la rebelión. Y Apple puede estar orgullosa, sabiendo que los Mac han ayudado en la creación de esos efectos de sonido a lo largo de los años. ¡Que la fuerza los acompañe durante muchos más años!

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