Ni las notificaciones ni los dispositivos son iguales: silenciarlas todas me parece un error

Ni las notificaciones ni los dispositivos son iguales: silenciarlas todas me parece un error

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Vojtech Bruzek Gadzer4qyto Unsplash

La tecnología actual parece sinónimo de notificaciones y conectividad las 24 horas del día. Especialmente los que estamos en contacto más directo con personas interesadas en la tecnología solemos oír frases del tipo: acabo de silenciar todas las notificaciones de mi teléfono. Sobre este complejo tema querría reflexionar brevemente.

Las notificaciones requieren personalización, mucha personalización

Vaya por delante que esta es una opinión personal y que cada uno de nosotros sabrá mejor que nadie cómo configurar y utilizar las notificaciones en todos los dispositivos. Lo que aquí quiero exponer es simplemente una reflexión al respecto. Una reflexión que parte de la base de que silenciar todas las notificaciones me parece un error. Permitidme exponer el porqué.

El principal motivo es que hay varios tipos de notificaciones realmente importantes. Hablo de los mensajes, llamadas o, en general, comunicación que pueda venir de nuestra familia o de nuestro círculo de amigos cercanos. Creo que es importante, en un momento en el que la comunicación es tan fácil, que podamos estar disponibles por si nos necesitan. Personalmente no entiendo aquellas personas que pueden tardar días en responder a un mensaje o que nunca contestan al teléfono.

A mi modo de ver, por lo tanto, desactivar todas las notificaciones es un exceso. Personalmente, no podría estar tranquilo sabiendo que si mi madre me necesita para algo no voy ni a darme cuenta. Pero es debo ir más allá del tema de la prioridad de las notificaciones de los mensajes de amigos o familiares. Algunas notificaciones son necesarias durante el horario laboral y es importante que la recibamos y atendamos puntualmente.

Personalizar las notificaciones según la utilidad, el momento del día, la procedencia, la app, el dispositivo y mucho más es lo que nos permite que estas estén a nuestro servicio y no al revés.

De igual manera considero que todos los dispositivos son distintos en cuanto a notificaciones se refiere. Depende mucho de cómo los utilicemos, sin duda, pero dejadme que me explique con un ejemplo. En mi iPhone, iPad o Apple Watch solo los contactos de la lista VIP hacen sonar una notificación en Mail. En el Mac, en cambio, cualquier mensaje llama a mi atención. El motivo de ello es simple: utilizo el Mac para trabajar y recibir notas de prensa, noticias y demás comunicaciones forma parte de mi labor.

Algo similar ocurre con notificaciones de apps de mensajería o incluso de redes sociales. Es posible que queramos verlas si estamos consultando el centro de notificaciones de nuestro iPhone o iPad, pero no tienen porque darnos un toque en la muñeca, con nuestro Apple Watch, continuamente. A lo que voy es a que cada vez veo a más personas tirar la toalla con las notificaciones al quedar abrumados y quieren desactivarlas todas. A estas personas, muchas de las cuales son alumnos míos durante las formaciones, les digo: debemos personalizar cuidadosamente las notificaciones.

Ya sea mediante los estados de concentración, que han llegado con iOS 15 y macOS Monterey, o mediante el activar y desactivar las notificaciones a las diferentes apps, una personalización según nuestras necesidades es fundamental para que estas sigan siéndonos útiles sin abrumarnos. Esta personalización, puede ser incluso según los horarios. En mi caso, por ejemplo, a partir de determinada hora de la tarde/noche ciertas notificaciones quedan retenidas. No es tanto evitar el cling del iPhone o la vibración del Apple Watch, es el simple deseo de no ir a dormir con tareas pendientes, ya me ocuparé de las novedades por la mañana.

Como ha empezado diciendo, el tema de las notificaciones es muy personal. Este artículo quiere ser una reflexión sobre las mismas. Una que las ponga en valor y nos lleve a considerar o bien activar las más importantes o bien desactivar las más superfluas. La cantidad justa, y en el momento apropiado, es la clave de que las notificaciones estén a nuestro servicio y no al revés.

Imagen | Vojtech Bruzek

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