Destaca por su calidad de construcción y durabilidad. La estructura del micrófono, que incluye su carcasa metálica y sus mecanismos internos, está diseñada para soportar un uso intensivo. Es una herramienta profesional que durará muchos años sin perder sus características.
La tecnología de reducción de ruidos y vibraciones mecánicas funciona de manera muy eficiente. La suspensión interna minimiza la transmisión de golpes y vibraciones externas al micrófono, mientras que la directividad cardioide elimina los ruidos innecesarios del entorno.
Es ideal para grabaciones en diversas condiciones gracias a sus tres modos de respuesta de frecuencia. Se puede elegir entre un modo natural, un refuerzo de frecuencias medias o un recorte de bajas frecuencias, lo que hace que el micrófono sea una herramienta versátil para voces, discursos y música.
El filtro anti-pop preinstalado elimina la necesidad de comprar un accesorio adicional para trabajar con el micrófono. Funciona perfectamente reduciendo los ruidos.
El micrófono es pesado, lo que limita su uso con soportes económicos y requiere un montaje robusto. Para instalarlo, se recomienda utilizar soportes de calidad o brazos de escritorio, lo que implica un costo adicional.
El bajo nivel de señal de salida puede ser un inconveniente al usarlo con preamplificadores económicos. A menudo se necesita equipo adicional, como un Cloudlifter, para aumentar el nivel de sonido sin pérdida de calidad.
El micrófono requiere un cable XLR y una mezcladora o interfaz de audio externa, lo que lo hace menos accesible para quienes buscan soluciones simples de tipo "plug and play".
A pesar de que se necesita una inversión considerable para comenzar a usar este micrófono, estoy completamente satisfecho con la calidad del sonido. El sonido es cálido, con un buen realce de los graves, y la voz generalmente suena muy bien. Como mencioné antes, esta inversión es a largo plazo: no es necesario cambiar este micrófono cada año.
En mi caso, utilizo una interfaz de audio Focusrite y un preamplificador Tonor. Con esta combinación, obtengo un sonido muy bueno que me complace. Por supuesto, es importante agregar un buen soporte. Por ejemplo, el Gator Frameworks funciona perfectamente, sostiene bien el micrófono y no presenta ningún problema.
Utilizo este micrófono en dos configuraciones. La primera configuración: como mencioné anteriormente, con la interfaz de audio Focusrite Scarlett Solo. La segunda opción: grabo directamente en la cámara Sony A7 IV. Para ello, utilizo el preamplificador Tonor y el Zoom F3. Con este equipo, se puede grabar el sonido directamente en la cámara, evitando tener que sincronizar el audio con la imagen posteriormente. Es muy práctico, la calidad de grabación es prácticamente idéntica y ahorra mucho tiempo. Por lo tanto, si alguien busca esta misma funcionalidad, lo recomiendo. Todo probado, funciona perfectamente.