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Estrategia de altos vuelos: lucha de Gigantes Tecnológicos

Si hay algo que me fascina del mundo tecnológico es la estrategia a alto nivel que desatan nuestras compañías favoritas. Hoy vamos a hablar de 3 combates muy importantes que involucran a Apple con otros pesos pesados: Google, Samsung y Microsoft.

Respeto la estrategia - Walter White en Breaking Bad.

Esta lectura es una de tantas que pueden hacerse y por tanto es subjetiva. No espero que todo el mundo esté de acuerdo con ella, pero creo que tiene cierto valor hacerla. ¿Estás listo? ¡Vamos allá!

Round one: Los mapas de Apple

Uff, ¡qué se puede decir de este asunto que no se haya dicho ya! Apple cambió de la noche a la mañana los mapas de Google que vivieron en sus dispositivos móviles hasta iOS 5 por unos propios en iOS 6. A pesar de lo verdes que estaban, a pesar de que los desarrolladores lo avisaron y (muy) a pesar de nosotros, los usuarios.

Apple metió la pata e hizo algo poco propio de ellos: sacar una solución a medio hacer, una beta à la Google. Lo hizo a sabiendas de la tormenta de quejas que les iba a llover, de toda la mala prensa y de la ira de sus clientes. ¿Por qué? ¿Qué ha ganado con esta jugada? ¿Era tan importante fastidiarnos a nosotros? Parece que sí.

¿Problemas en el paraíso?

Cuando Google presentó Android, Apple se sintió traicionado. Con el tiempo vio cómo su hasta entonces aliado añadía cada vez más funcionalidades a su solución de mapas, características que brillaban por su ausencia en iOS: rutas paso a paso y navegación por voz eran las más interesantes, sin olvidar el recálculo automático cuando pierdes la ruta.

Para incorporar estas funcionalidades, Google pedía a cambio accesos a más datos de los usuarios de iOS (recordemos que la estrategia de Google busca satisfacer un hambre voraz de datos e información), datos que Apple no cedía ni al resto de desarrolladores. Y no estaba dispuesta a dejar que eso sucediera.

Nadie es imprescindible para Apple.

Conociendo a Apple desde hace tiempo y su filosofía de “yo me lo guiso, yo me lo como”, esta situación no podía durar eternamente. Google se sentía segura de que su solución era muy superior a cualquiera existente en el mercado. ¿Soberbia? Tal vez, el caso es que no concebían que Apple fuera a sustituirles por su propia app de mapas tan rápido. Ellos habían estado construyendo sus mapas desde hace siglos y no iba a venir un aprendiz a desafiarles.

No lo vieron venir o no quisieron ver las señales. En un periodo de cuatro años, Apple compró 3 compañías:

En 2012 y tras 3 años de trabajos “encubiertos”, Apple intercambió los mapas de Google por los suyos y de paso también echó a Youtube, eliminando todo rastro de la compañía del buscador en sus dispositivos. El divorcio se había consumado.

Todo por unos mapas

Apple recuperó el mando de su propio negocio echando de su plataforma a su nuevo archienemigo: Google. Pero no sólo consiguió independizarse sino que también forzó la mano a Google y le obligó a sacar su propia app para iOS si quería recuperar los datos perdidos por el destierro.

¡Oh, sorpresa! Los nuevos mapas de Google tenían todo lo que se habían negado a entregar:

  • Navegación por voz.

  • Rutas paso a paso.

  • Recálculo de rutas automático.

Desde entonces, la compañía del buscador tuvo que enfrentarse al resto de desarrolladores de mapas como uno más del montón (uno con una app excelente, todo sea dicho). Ya no gozaba del privilegio de estar instalado de serie y jamás recuperaría la omnipresencia y los valiosos datos que necesita para su negocio.

Algunos estudios indican que los mapas de Apple es la app más utilizada en sus dispositivos, lo cual es razonable pensar que también lo eran cuando estaban provistos por Google. ¡Ouch!

Los mapas de Google ya no están en el 100% de los dispositivos iOS.

Ganador: Apple tuvo que soportar un huracán mediático en el corto plazo, pero a la larga su estrategia ha sido la clara ganadora: independencia, control, solución propia y forzar la mano a Google. Apple puso por delante los intereses de su ecosistema, el cual se benefició enormemente, y no los celos como se ha llegado a afirmar.

Perdedor: Google ve cómo se esfuman los privilegios y valiosos datos para su negocio. Datos que equivalen a dinerito fresco. Ahora mismo, Google tiene una incómoda laguna con cuatro peces donde antes tenía un océano entero. No hay manera de disfrazar esta derrota.

Usuarios: a corto plazo salimos perdiendo con la solución de Apple. Es cierto que van mejorando poco a poco. Pero a largo plazo hemos ganado todos: los que preferían los mapas de antes ahora gozan de una app muy superior de la propia Google y se introduce una alternativa de serie que es interesante para muchos. Nadie puede decir que prefería la situación anterior a la de ahora.

Personalmente, la app de Apple me gusta pero no entiendo cómo ofrecen 10 ubicaciones distintas cuando buscas la Estación de Chamartín en Madrid. ¡Y ninguna de ellas es la estación!

Round two: la interminable guerra de patentes

Un tema complicado. No quiero entrar en discusiones sobre quién tiene razón, quién ha copiado primero, ni si hay que cambiar el sistema de patentes. No hace falta entrar en esa discusión para este round. Por eso me voy a ceñir a la parte más interesante desde el punto de vista estratégico.

Un atajo muy calculado

Volvamos al año 2007, momento en que Steve Jobs dejó boquiabierto al público cuando se desplazaba por la interfaz de su flamante iPhone. Hasta entonces, Samsung había sido uno de los fabricantes más importantes de teléfonos del momento.

Imagínate la cara que se les quedaría cuando vieron algo que estaba a años luz de lo que ya tenían en el mercado en ese momento. Es uno de los momentos más importantes de la innovación de Apple. Algo que combinaba ese elemento ordinario con uno novedoso para aportar mucho más valor que el paradigma anterior.

Tengamos en mente que Apple considera que Samsung ha copiado sus diseños y quebrantado sus patentes. Un juzgado de California le ha dado la razón a Apple. No había seguido el caso muy de cerca porque me aburren los tribunales y su constante tira y afloja. Si uno condena a Samsung, otro diferente lo hace con Apple.

¿Qué hubiera pasado si Samsung no hubiera tomado el atajo?

El caso de California me llamó mucho la atención por una de las pruebas que se desvelaron en el juicio: el informe que elaboraron los ingenieros de Samsung sobre cómo debían imitar tanto el hardware como el software del terminal de Apple. 132 páginas que analizaban con sumo detalle las mejoras a realizar. No era un simple benchmark, era una disección de la competencia en toda regla.

Ganar batallas y perder la guerra

Samsung fue condenada tras dos juicios a un total de 900 millones de dólares. Vieron el coste de desarrollo inmenso que acarrearía ponerse a la altura, el retraso que implicaría el trabajo interno y echaron cuentas: coste de oportunidad gigantesco comparado con la incierta condena e indemnización. Decidieron tomar el atajo.

Ahí está el movimiento estratégico de Samsung que define este Round:

  1. Reconocer el cambio de paradigma. Otros competidores no lo hicieron hasta años después (Microsoft), algunos desaparecieron (Palm), otros fueron comprados (Nokia) o están en las últimas (BlackBerry).

  2. Análisis de coste-beneficio-riesgos. Impecable.

  3. Conseguir ser el mayor fabricante de teléfonos del mundo (importante) y el segundo en beneficios (aún más importante).

  4. Ser condenado a pagar 1.000 millones de dólares de indemnización en contraste con las decenas de miles de millones que han ganado. Peanuts!

Esta estrategia, señores, es de quitarse el sombrero.

Ganador: Samsung. Ha acabado convirtiéndose en el fabricante más grande de Android, el mayor del mundo y el segundo en beneficios. Una jugada redonda.

Perdedor: Según su propia visión, Apple habría sido víctima de la copia de Samsung y el daño ya está hecho. ¿Han podido hacer algo al respecto? No demasiado. Lo único que han conseguido es escarmentar a un pez grande con una indemnización y unos costes legales que otros peces más pequeños no habrían sido capaces de soportar.

Usuarios: es difícil decir si ha sido bueno o malo, mucho más cuantificarlo de alguna manera.

Round three: Software gratuito contra Microsoft

Una historia más sencilla pero no menos importante. Ponte en la piel de Microsoft un segundo: tu modelo de negocio se basa, en gran parte, en la venta de licencias de software. Windows y Office, a doblón.

Dos David contra un Goliat

Ahora eres Google y Apple. ¿Qué haces si quieres menoscabar a Microsoft? Ofrecer gratis lo que Microsoft vende a cambio de dinero. A ser posible, lo haces multiplataforma para que llegue a todas partes. Dicho y hecho:

  • Android universalmente accesible para cualquier fabricante. Sin licencias directas.

  • Google Docs gratuito y disponible desde cualquier ordenador. Versión de pago para empresas.

  • Mavericks y todas las actualizaciones futuras gratis.

  • iWork gratuito para nuevos equipos iOS y Mac y accesibles desde cualquier navegador sin importar la plataforma.

En el caso de Apple, ha tenido que hacer auténticos malabarismos contables y financieros para conseguir que iWork, Mavericks y iLife sean gratuitos. No es sencillo justificarlo dentro de los números de la compañía ni ante una auditoría y es un proceso que le ha llevado años.

¿Una pelea desigual?

Es muy difícil (pero no imposible) competir con lo gratis.

¡Boom! De golpe y porrazo, los usuarios que están pensando en un nuevo equipo se encuentran con que las suites de Apple (y de Google) y las actualizaciones de su sistema operativo de sobremesa son gratuitas. Office será superior para algunos, pero para otros ya no será la única alternativa a considerar.

Ganadores: Apple y Google. Sus modelos de negocio no consisten en vender software sino en vender hardware y anuncios, respectivamente.

Perdedor: Microsoft. La hegemonía en el mercado de sobremesa ha sido superada por los dispositivos Post-PC que ahora también disputan el territorio del PC.

Usuarios: ganamos en opciones y en valor añadido, además de aumentar la competitividad en un sector que no parecía estratégico.

El combate continúa

El boxeo es el máximo desafío. No hay nada que pueda compararse con probarse a uno mismo de la forma en que lo haces cada vez que te subes al ring - Sugar Ray Leonard, boxeador.

Nosotros, los usuarios, deberíamos disfrutar de esta Lucha de Gigantes. Respetar los puntos fuertes de cada contrincante, aplaudir cuando da un gancho de izquierda en pleno mentón y darnos cuenta de la suerte que tenemos por estar ahí presenciándolo (o sufriéndolo).

Sin importar cuál es el púgil al que apoyamos. Ser espectadores de esta Lucha de Gigantes es satisfacción suficiente. ¿Tienes algún otro combate que quieras compartir con los demás? Lánzalo al ring.

Imágenes | Vie de boxeur de Adrien Mogenet, El mundo pierde el norte de Daniel Sancho, Compass on a Treasure map de hmomoy, Seal de Justin Henry, Microsoft Office logo (2010 version) de mynetx y Boxeo de Teresa Martinez.

En Applesfera | En iOS, la app más utilizada es Mapas de Apple, La innovación de Apple no juega a los dados, Mavericks, el nuevo sistema operativo de Apple, completamente gratis.

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