Imagínate la situación: estás paseando tranquilamente por la mañana y te topas con un iPhone 14 Pro, con su funda de silicona. El teléfono está en perfectas condiciones pero al parecer tras este hallazgo hay un relato: acaba de caer del cielo. Como puede verse en la imagen de cabecera, un fragmento de cable sigue enganchado al puerto de carga arrancado del que salió disparado.
No olvidemos que el iPhone 14 cuenta con las últimas mejoras del Ceramic Shield, el vidrio ultrarresistente basado en nanocristales cerámicos, capaz de soportar caídas desde gran altura. Ni siquiera Gorilla Glass Victus es tan eficaz. Pero nadie lo había probado a unos 4.750 metros de altitud, ¿a quién se le ocurriría?
Encuentra un iPhone en perfecto estado caído a 16.000 pies de altura
Como el propio Sean indica, salió a caminar por la mañana por Barnes Road, a pocos minutos de Beaverton y cerca del Sunset Transit Center (Portland, Oregon). No pasó mucho tiempo hasta que se topó con una de esas historias que son tan difíciles de creer que, hasta que no las verificas, no te las explicas.
Tal y como ha contado en su perfil de TikTok y en el tweet publicado en X, Sean se fijó en el suelo al ver entre la hierba un iPhone. Ahí estaba, en el lado derecho de la carretera, con el modo avión activado, con aproximadamente la mitad de la batería y un aviso de compra de equipaje extra por parte del servicio de atención al cliente de Alaska Airlines. Sean se puso inmediatamente en contacto con la NTSB (Junta Nacional de Seguridad en el Transport), el organismo independiente encargado de investigar accidentes de aviación.
Hasta aquí, la historia ya es curiosa. Encontrarse un iPhone ya es sorprendente, aunque no es para tanto. Pero lo alucinante es la historia que este iPhone tiene detrás: este es uno de los teléfonos que llevaban los pasajeros del Boeing 737 Max 9 que despegó rumbo a Ontario (California) y que tuvo que regresar al aeropuerto de Portland en el momento en el que estalló la ventanilla, arrancando un fragmento de fuselaje del avión.
Aunque el lugar coincide con la superficie sobrevolada, el correo ha sido la pista necesaria para esclarecer la propiedad del terminal: el email hace referencia al mismo vuelo. Mientras ascendía a altitud de crucero, un tal Cuong Tran recibió un mensaje de Alaska Airlines con un recibo de pago por la compra de dos maletas extra por valor de 70 dólares. Y, según ha trascendido, el usuario iba en el vuelo 1282 de Alaska Airlines.
174 pasajeros a bordo, 6 tripulantes, 19 minutos de vuelo: un "problema de presurización" dio lugar a una solicitud de aterrizaje de emergencia, concedida al minuto de ser pedida. El pasajero Kyle Rinker fue el más afectado por este accidente, el cliente que se encontraba más próximo a la zona afectada. Sin embargo, no hubo ninguna víctima mortal ya que el fallo se produjo, como decimos, no mucho después del despegue y rápidamente se tomaron las medidas pertinentes con el aterrizaje de urgencia.
Hasta donde se sabe, el avión fue inspeccionado en octubre, según los registros de la FAA. Sin embargo, el fallo ha provocado que EEUU haya puesto en marcha la inmovilización inmediata de 171 aviones Boeing 737 MAX 9 operados por varias aerolíneas del país. De hecho, aunque este modelo de avión no opera en Europa, la Agencia de Seguridad Aérea de la Unión Europea también ha adoptado las mismas medidas.
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