Os iba a hablar de las sensaciones al estar rodeados de tecnología, pero es lo que nos ocurre a todos y cada uno, a diario, en nuestras vidas. No es necesario acudir a ninguna feria importante para darse cuenta que nuestro mundo ha cambiado gracias a ella. También es verdad que la densidad de tecnología es un factor importante, y si hablamos de un epicentro, el Mobile World Congress de Barcelona - que hoy acaba - sería uno de los más importantes del año.
Me resulta curioso que la palabra "Mobile" aparezca en el título porque cada día que pasa, estamos más cerca de ese momento en el que no podamos concebir un dispositivo anclado a un lugar. Todo será móvil. Todo lo es ya, y esta inmersión en el mundo tecnológico es sólo el principio.
La excepcional cobertura de nuestros compañeros de Xataka os darán cada detalle de todo lo que ha pasado en los últimos cuatro días. En Applesfera también os hemos traído lo más destacado para vosotros como usuarios de Apple, de lo ocurrido en la feria. Ahora me interesa más llamaros la atención sobre los cientos de charlas que se tendrán en las próximas horas en aeropuertos, estaciones de tren o coches de regreso a casa de los asistentes. Las conclusiones, las sensaciones y esos detalles que persisten en la memoria. Hablemos así antes de despedirnos del congreso de este año.
Nuestra vida en el Internet de las cosas
Si el año pasado el Mobile significó el boom de los dispositivos weareables, este año ha sido el total desembarco de los objetos conectados. Lo que vimos el año pasado ha evolucionado y ha sabido adquirir la tendencia de la moda como objetos actuales que son: las pulseras y los relojes ahora parecen realmente pulseras y relojes, aunque repletos de tecnología.
Pero también llegamos a los coches, las bicicletas y un paso muy importante que también hemos visto este año, es la llegada con paso firme de la domótica. Por fin parece que este ámbito cobra fuerza pero desvinculándose de su antiguo enfoque: no se trata de conectar tu casa con nuevos dispositivos, sino de hacerlo con los que ya tienes. También vemos que la potencia de cada nuevo producto aumenta, ya podemos reconocer caras en tiempo real, se graba vídeo en alta definición y los sensores son más sencillos de utilizar.
También se ha posicionado el diseño como un elemento tan importante como la tecnología que lleva. Apple lleva años haciéndolo, pero es ahora con los dispositivos que llegan a los usuarios de una manera tan personal con los weareables, cuando se han puesto manos a la obra. El objeto como un todo, diseño, tecnología, prestaciones: y el "todo es posible" es aquí. Pocas veces habremos imaginado el futuro como lo vivimos ahora mismo.
Apple y el resto de jugadores
En el campo de los móviles, sin duda la estrella de la feria fue el Samsung S6 Edge. Un móvil realmente espectacular en primera persona, con ciertos ángulos muertos para mi: no me acaban de cuadrar esos bordes copia idéntica de los iPhone 6 (más bien parece una provocación), ni esa parte de atrás que parece pegada de otros móviles. Sin embargo, la increíble pantalla y sus prestaciones le hacen llevarse los focos y no sin razón: es terriblemente llamativo y eso puede cautivar a un público que aún esté decidiéndose entre Android y iOS.
La otra gran apuesta del congreso fue HTC con su One M9. Un móvil que en mi opinión se encuentra en el extremo opuesto: no es llamativo, comete los mismos errores que la generaciones anterior y ha sido empañado por Samsung en prácticamente todos los campos en los que podría aportar valor. En el mundo Android con tantos modelos en el mercado, o destacas en algún punto diferencial o estás destinado al olvido. Dudo que alguien recuerde este M9 más allá de los gustos personales.
En el terreno de los smartwatch, ojo Apple: los relojes son más personales que los móviles al ser un producto de moda y puede que muchos usuarios se decidan por maravillas como el Huawei Watch o el LG Urbane, dos productos realmente bien terminados y con un Android Wear que parece evolucionar a paso firme, aunque no en la dirección correcta. Aquí deberíamos pasar a Defcom-1 como a Google se le ocurra hacer Android Wear compatible con iOS.
Entre las decenas de relojes que pude probar, tocar y tener una primera toma de contacto, la sorpresa absoluta es la propuesta de Huawei: un diseño atemporal - como ellos mismo lo publicitan - con una pantalla magnífica que consigue un producto redondo (nunca mejor dicho) y que va a atraer mucho la atención. El LG Urbane me pareció más destacable sobre el resto, también con muy buenos acabados, y una pantalla sensiblemente inferior al uso. Ahora sólo me falta probar el Apple Watch.
Pensar diferente
Caminamos entre todos aquellos stands inmersos en la cantidad de tecnología que una feria como el Mobile World Congress aporta, es indispensable para poder otear la dirección en la que miran las grandes marcas de la tecnología. Muchas veces pensamos que podemos anticiparnos con sesudos análisis, pero sólo es cuando se presenta algo real y puedes tocarlo cuando se disipa la niebla que envuelve al futuro.
Caminé entre toda aquella amalgama de luces, colores, tecnologías hechas para llamar la atención pero que olvidaremos en dos días, construcciones faraónicas... puedo afirmar sin miedo a que durante cuatro días he estado tocando el futuro que las grandes empresas de la tecnología nos deparan para los próximos meses. Aunque todos me parecieran iguales.
Yo, al contrario de lo que oigo por ahí, sí eché de menos a Apple. Su toque, su personalidad, su sensación de ser diferentes - que lo siguen siendo, aunque muchos se tapen los oídos mientras gritan que "no" en alto. Eché de menos a Apple, y estoy deseando volver a encontrarla el Lunes.
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