En Europa han hecho un gesto que podemos considerar histórico. Gracias a una mayoría aplastante del Parlamento Europeo, las leyes DSA (Digital Services Act) y la DMA (Digital Markets Act) han sido aprobadas. Y ambas dejan claro que las compañías tecnológicas deben ser reguladas debido al enorme poder que han amasado con el transcurso de los años.
Apple está entre esas empresas tecnológicas, naturalmente, y por lo tanto la aplicación de estas leyes (sobre todo la DMA) va a obligar a sus directivos a hacer muchos cambios que habríamos considerado imposibles hace poco. ¿Cómo de imposibles? Pues iMessage tendrá que funcionar en Android, por poner un ejemplo.
¿iMessage en Android? Sí, y puede ser sólo el principio
Esto sería uno de los efectos directos de la DMA: obligar a todas las compañías a que sus servicios sean interoperables. Tendrá su efecto en los cifrados, pero es algo con lo que las compañías van a tener que trabajar y adaptarse.
También se prohibirá evitar que el usuario pueda eliminar aplicaciones preinstaladas (Apple ya está haciendo su parte en iOS 16), y aunque sea algo sacado de un cuento de fantasía habrá que ver si cosas como Google Play funcionando en iOS (o la App Store funcionando en Android) llegarán a ser una realidad.
El modo para que las empresas cumplan con estas nuevas leyes es sencillo: multas del 10% o hasta del 20% de los ingresos de la compañía a aquellas que insisten en no acatar. Falta que se haga, ya que hay multas similares por no cumplir una RGPD que no todas las empresas están obedeciendo como deberían.
Apple y el resto de las empresas tecnológicas tendrán seis meses desde que hayan sido declaradas como Gatekeepers (empresas lo suficientemente grandes como para tener poder). Así que veremos muchos cambios a partir del año que viene, y algo me dice que en las oficinas de Cupertino no va a ser nada agradable.
Imagen | Christian Lue
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