Pocos recuerdan lo que era hace unos años trabajar con un G3, el PowerMac junior, sin servicios de atención al cliente en toda España, desmontando para limpiar ese mastodonte de 9 cm que traía por ventilador con la intención de evitar accidentes inesperados. En aquellos tiempos, tener un equipo Mac era casi una reivindicación, una gamberrada inexplicable.
Y miremos ahora: usuarios de Windows saltando de plataforma para aprovechar el ecosistema limpio y cerrado de su rival, academias de diseño montando un iMac en cada pupitre, agentes comerciales atendiendo su agenda desde un iPhone 7 y mostrando catálogos desde su iPad.
Pero seamos prácticos. Más allá de la plataforma en sí misma, ¿puede una empresa, de cualquier sector, funcionar al completo bajo un sistema operativo de Mac? Desde el becario al transportista. La primera respuesta es sí, tentativamente, especialmente desde la proliferación de programas de facturación que funcionan bajo Mac y en español, como ZGestión Facturación de Ziclope. Pero hay muchos más elementos que debemos tener en cuenta y analizar. Vamos a por ellos.
Rapidez y rendimiento
El escenario actual frente al de hace una década ha cambiado radicalmente, sea cual sea la profesión.
Las mejores aplicaciones de diseño cuentan con versiones nativas en Mac —AutoCAD, SketchUP, vRay y, aunque no está Lumion, si existe la versión más completa de Unity 3D—. Para gestión de despachos existe Nubbius, para administración de software y licencias tenemos Flexera, LANDesk para gestión de ciclos de vida —seguridad, actualizaciones, antivirus, etc— y Puppet, por citar otro ejemplo, para automatización TI multiplataforma, con opciones de gestión remota (como TeamViewer). Por opciones no será.
La escalabilidad y compatibilidad entre diferentes sistemas es clave a largo plazo
Uno de los elementos clave en cualquier empresa es la comunicación. Ya sea en ventas, con gestión de estocajes, inventarios de almacén y las propias redes de abastecimiento, o en una startup de tres empleados donde deben estar conectados todo el día para informar de sus progresos. En la actualidad, los canales de comunicación son mucho más fluidos gracias a herramientas como Slack y sus diferentes primos hermanos —Rocket, Fleep o Azendoo—. Todas ellas cuentan con versiones nativas en Mac.
Una de las principales ventajas del sistema operativo de Mac frente a sus rivales es su buen rendimiento en diferentes ecosistemas. Es decir, para trabajar con grandes equipos donde se utilicen varios sistemas operativos. El mismo iMac que monta Snow Leopard puede montar OS Sierra, sin incompatibilidades.
Esta escalabilidad es clave a largo plazo. Si, por ejemplo, estás trabajando y encuentras una incidencia en la versión móvil, puedes hacer una captura desde el iPhone mediante el Portapapeles Universal y exportarla al Mac.
En las plataformas musicales, donde Apple tiene bastante solera, también hay facilidades considerables: un músico podrá recurrir a Logic X e importando sus archivos de versiones anteriores sin problema, produciendo y masterizando desde la propia herramienta, incluso exportando a iTunes como ventana de distribución.
Seguridad y fiabilidad
A Mac le hacen más daño los virus, troyanos y malware nativo desde Windows. Esto no es ninguna falacia. Desde sus cimientos en UNIX hasta su última versión, en Mac se apela a la limpieza. No en vano, ‘Optimized Storage’ lanza avisos para que eliminemos los instaladores, aplicaciones duplicadas, cachés y registros caducados y otros archivos que podemos borrar automatizando con ONYX.
Pedir contraseña de administrador para cada cambio en Preferencias del Sistema o antes de realizar una instalación se dirigen directamente hacia esa meta: que en unos pocos pasos tengamos el control de nuestro equipo, aunque no seamos expertos en seguridad.
Su ecosistema de aplicaciones nativas están orientadas a la usabilidad
Además del hecho de que un Mac funciona desde el primer momento, nada más «sacarlo de la caja», sus aplicaciones nativas están orientadas a la usabilidad y diseñadas para funcionar tanto en sobremesa como en portátil —ya sea en un Macbook, un iPad o un iPhone—. Esto no es software de prueba que muestra contadores de caducidad cada vez que arrancas el sistema, es algo que se queda asociado a tu perfil para siempre.
El mismo aspecto sucede con los drivers. Formatear en Mac sin instaladores sólo requiere de una cuenta y un punto de acceso a Internet, el resto lo carga el propio sistema. Mejor aún con Time Machine, donde podemos crear puntos de restauración completos en cuestión de horas y sin configurar nada, sólo el disco donde se albergará la copia.
Aplicaciones para todo tipo de situaciones
¿Disponemos en Mac de aplicaciones nativas para control de pagos y cobros? Bueno, primero hay que dejar claro que existen diferentes protocolos sobre los que no todas las aplicaciones ofrecen soporte. Si nos ceñimos a la normativa SEPA —el conjunto de reglas y especificaciones que marcan el seguimiento del dinero que movemos—, en la actualidad conviven dos esquemas: CORE (básico) y B2B (ampliado).
Más siglas: en casi cualquier empresa que trabaje con almacén y venta necesitamos un ERP (planificación de recursos empresariales), control de TPV (terminal punto de venta) y un CRM (sistema de administración de satisfacción del cliente). Hoy día, hasta las pymes más pequeñas cuentan con este tipo de herramientas.
Cualquier pyme requiere de una suite de facturación y control de su gestión
Bien, una de las opciones del mercado español es la que propone Ziclope con ZGestión Facturación. ¿Que eres un jefe de cocina que necesitan un sistema de trazabilidad online para tener un seguimiento de cada lote, número de serie, garantías, fechas de entrega o caducidad? Check. ¿O buscas un simple editor de facturas para autónomos? Doble check.
Zgestión Facturación se enfoca fundamentalmente a la planificación de presupuestos, albaranes, control de almacén, impresión de recibos —puedes configurar el formato, ya sea en sobre de serie C o A4 estándar—, TPV, desde el que podemos enviar giros bancarios SEPA y Core. En definitiva, un software que cubre las necesidades de facturación de cualquier tipo de negocio.
Así, ¿podríamos decir que una empresa puede funcionar al 100% bajo Mac? La conclusión parece clara. Nos encontramos ante un mercado amplio en el que los distintos sectores profesionales cuentan no sólo con herramientas específicas para el desempeño de sus diferentes funciones, sino también con otras comunes, como las que se encargan de la gestión y facturación de la empresa y que son comunes a todos ellos.
Fotos | Pixabay
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