Tengo muchos recuerdos de las primeras veces que salí a correr. Nunca he sido ningún profesional porque he utilizado este deporte como una forma de evasión: escaparme con mi música, sin pensar en nada más que en la siguiente zancada, corriendo por el paseo al lado del mar. También me gusta la forma en la que este deporte te reta: no dependes de nadie más que de ti mismo, incluso antes de salir a practicarlo: la lucha interna para ponerte las zapatillas después de un día agotador no es nada fácil.
Siempre he corrido con tecnología, ya imagináis. Recuerdo empezar con un viejo Walkman Sony fosforito, que tenía que llevar en la mano porque si lo anclaba me tiraba del pantalón corto. Auriculares de diadema, que luego sustituí por otros más ligeros - aunque se me caían cada 200 metros. Años más tarde llegaron los iPod, cuando probé aquel iPod shuffle me maravillaba por un tamaño tan reducido y una buena calidad - ¡sin saltos de sonido, sin pilas!
La tecnología deportiva ha evolucionado: hoy, el reloj es nuestro entrenador
Después, con el iPhone, los primeros miedos. ¿Es seguro correr con un teléfono que cuesta más de 700€? Pero aquello merecía la pena: información de la carrera hablada, recorrido en el mapa, ánimos en directo, retos con otros amigos. Llegaron los brazaletes que aún seguimos viendo incluso con los modelos de 5,5" y todo parecía haberse normalizado, con aquellos cables y auriculares deportivos en el oido, tratando de no estirar por accidente de ellos en un sprint.
Ayer llegué a la zona de estiramiento sólo con unos auriculares inalámbricos y un reloj. Pulsé "Detener entrenamiento" y traté de recuperar el aliento. Cambiando a la aplicación de música desde mi muñeca, seleccioné "Daydreaming" de Radiohead, y comencé a estirar, cómodamente. Esperaba llegar y casa y comprobar, cuando sincronizase mi carrera, si había batido a los amigos con los que comparto mis entrenamientos. Aquel Walkman fosforito tenía su encanto, pero ahora vivimos tiempos extraordinarios.
La puesta al día del Series 1 y Series 2
Una de las mayores novedades de la nueva generación del Apple Watch fue la división del reloj en dos series. La primera de ellas fue la más inesperada: el Apple Watch Series 1 es el reloj original que Apple lanzó en 2015, pero actualizado al nuevo procesador de doble núcleo del modelo más moderno. Esto lo hace atractivo para todos los compradores del reloj de Apple no necesitan de las prestaciones añadidas en la nueva generación, como el GPS o la resistencia al agua de 50 metros, 100€ más barato y manteniendo una puesta al día tan importante como su nuevo procesador.
La evolución del Apple Watch debe mucho a watchOS 3: un paso firme para complementar un hardware más potente
Esa es sin duda una de las novedades más importantes de este nuevo Series 2: el nuevo procesador Apple S2 es según la compañía el doble de rápido que su predecesor, y el cambio en el día a día es más que notable: el sistema operativo se comporta de forma más fluida, responde mejor, y las transiciones entre aplicaciones y esferas son tremendamente suaves. Esto también se nota en la forma en las que interactuamos con la pantalla: las pulsaciones y las respuestas de la interfaz gráfica son rápidas y ágiles. Gran parte del mérito se lo debemos al nuevo sistema operativo, watchOS 3 aceleró cómo y donde se almacenan las apps - creando la idea de "dock virtual" - un espacio accesible mediante una pulsación del botón lateral donde podremos seleccionar cualquier App que hayamos decidido tener a mano, junto a una zona final donde se nos muestra la más reciente abierta.
Esta zona del sistema operativo precarga la aplicación en segundo plano para tenerla disponible cuando la necesitemos, con lo que al seleccionarla desde el Dock o desde el menú de aplicaciones, se abrirá de forma instantánea. Podemos decidir qué aplicaciones queremos mantener en esta zona desde la aplicación del Apple Watch para iPhone, hasta un máximo de 10 (más un hueco extra que el sistema operativo reserva para la última aplicación reciente abierta, esté o no dentro de las 10 elegidas).
El nuevo procesador S2 - que en realidad es un "System in Package", es decir, un ordenador completo encapsulado dentro de un mismo circuito integrado - contiene además un chip de GPS, una de las grandes características de este Apple Watch Series 2. Debo decir que en mi pruebas durante estas semanas, me ha sorprendido la rapidez con la que el chip de Apple encuentra la cobertura GPS, siendo bastante más rápido que el que montan otras marcas en relojes deportivos.
El procesador para el Series 1 ha sido nombrado como S1P, y cuenta como he comentado con la misma potencia de cálculo de doble núcleo que su homónimo S2, pero sin el chip GPS. A todos los efectos, ambos relojes son idénticos en potencia, al igual que en el diseño exterior. Los materiales varían, ya que el Series 1 ya no está disponible en acero inoxidable - sólo en aluminio - y además el Series 2 cuenta esta vez con una edición especial construido en cerámica. Las correas, son por supuesto compatibles no sólo entre ambas series sino también en la generación original del Watch que vimos el año anterior.
A nivel estético comparado precisamente en el diseño de 2015, pocas novedades. Virtualmente estamos ante el mismo diseño externo, sólo diferenciado por un diminuto orificio de ventilación lateral, justo al lado donde en el modelo anterior teníamos el micrófono. Apple ha rediseñado el interior de la caja del reloj para poder convertirlo en sumergible 50m, contando con un diseño ingenioso para poder utilizar aire dentro de su minúsculo sistema de altavoces: el agua sigue entrando en el hueco del altavoz (y no pasa de ahí), pero posteriormente puede ser expulsada mediante pulsaciones de sonido.
Más independiente: el GPS integrado
Los desarrolladores tienen muchas posibilidades para crear aplicaciones diferenciales con la API del GPS
Con la incorporación del GPS, el Apple Watch de última generación se convierte en más útil sobre todo para los deportistas que practican deporte al aire libre, pero también para cualquiera que le guste pasear, andar o incluso utilizar aplicaciones de guiado para no perderse para cualquier ciudad. El GPS en el Apple Watch está muy centrado en entrenamientos, pero Apple permite que cualquier desarrollador utilice la API para acceder al hardware y pueda utilizarlo en su aplicación. En la keynote pudimos comprobar como ViewRanger, una aplicación para practicar excursionismo, era la primera en utilizar de forma nativa el GPS incorporado (aún no está disponible, tienen previsto lanzar esta versión a finales de este mes de octubre).
Utilizando el GPS del reloj no necesitaremos tener el iPhone cerca, ni tampoco necesitaremos internet para poder registrar los datos, ya que el GPS almacenará las coordenadas GPS. Cuando el Apple Watch se sincronice con el iPhone, los datos se mostrarán en el mapa correspondiente con su información - ahora sí - descargada. Con esto conseguimos cierta independencia del teléfono, ya que tendremos muchos más datos que el reloj guarda por su cuenta. A diferencia de otros relojes deportivos similares, pienso que la gran ventaja del Apple Watch son las aplicaciones. A medida que los desarrolladores comiencen a hacer uno de la API, veremos usos interesantísimos partiendo del hardware que ha montado Apple.
¿Y cómo es este chip GPS integrado? La verdad es que es rápido: en mi caso, después de haber usado durante años varios relojes deportivos - el último, con GPS - puedo deciros que la velocidad con la que el Apple Watch adquiere señal es rapidísima. Es cómodo cuando salimos de interiores y queremos ponernos a hacer la actividad de inmediato, pero también cuando corremos por túneles o nadamos y sumergimos demasiado el reloj como para perder la señal: la recupera fácilmente.
A nadar con él
Siempre he utilizado relojes u otros dispositivos para salir a correr, pero jamás había tenido ningún dispositivo similar para nadar. El mercado de estos productos tiene de todo, pero lo más habitual es encontrar pulseras sin pantalla o con información limitada que después se conectan por Bluetooth al teléfono para descargar los datos. En el caso del Apple Watch, tenemos toda la versatilidad de un producto que permite - de nuevo - aplicaciones (con lo que la utilidad del producto para estos casos se ampliará), pero además contamos con un motor háptico que nos ayuda a informarnos de forma sensorial sin necesidad de mirar la pantalla.
Para este análisis probé el Apple Watch haciendo unos 30 largos en una piscina de 25m. La configuración es sencilla: elegimos el entrenamiento “Nadar” y le especificamos la distancia de la piscina que queremos recorrer. Más allá de eso, el reloj se encarga de todo: nos dirá los largos que llevamos - en mi caso, la precisión fue absoluta, reconoció todos justo cuando llegaba a cada extremo - y también nos dará información útil del tiempo, distancia recorrida, tiempo medio, etc… Podemos resaltar cualquiera de estos indicadores con la corona digital para verlo más fácilmente, y el motor háptico nos alertará cuando hagamos un largo o establezcamos una meta enviándonos pulsaciones táctiles a nuestra muñeca (incluso en el agua se notan perfectamente).
El sistema operativo nos indica, justo cuando vamos a empezar el ejercicio, que debajo del agua el sensor cardíaco puede perder medición la sumergirlo, pero en mis pruebas funcionó sin problemas. La pantalla se desactiva bajo el agua (tampoco se podría utilizar al ser capacitiva, como en el caso del iPhone 7), y además podremos bloquearla para evitar toques accidentales. Cuando la desbloqueemos, el Apple Watch expulsará el agua restante en la cavidad del altavoz con pulsaciones de sonido, aunque en ningún caso es necesario bloquear la pantalla para sumergirlo.
La sensación al usarlo fue cómoda, no me pareció pesado llevarlo en la muñeca mientras nadaba - quizás porque ya nos hemos acostumbrarlo a llevarlo en la muñeca siempre - y me gustó toda la información que te ofrece en el agua. Curioso también que si tenemos el iPhone cerca de la piscina, incluso podremos hablar por teléfono a través del reloj, o contestar mensajes desde el agua. Y seguro que alguien os grita asustado un “¡cuidado el reloj!” antes de sumergirlos…. En general me parece un producto potente con un gran futuro para este uso (incluso detecta el estilo de brazada, y si nadáis en el mismo entrenamiento con varios, os pondrá “mixto”).
El procesador S2 en el día a día
A pesar de que Apple no ha compartido las especificaciones técnicas de su nuevo chip S2, y de la falta de algún sistema de medición sintético como GeekBench en formato aplicación nativa del reloj para comprar resultados, este Apple Watch Series 2 es notablemente más rápido. Sobre todo si sois usuarios del Apple Watch original, que notaréis en este nuevo modelo una aceleración muy perceptible con respecto al modelo anterior. Es todo más fluido, menos “forzado” en ocasiones y la navegación y transiciones son mucho más cómodas, cosa que también hace que mejore la respuesta táctil y el feedback con el que interactuamos con el reloj.
Conociendo la experiencia de Apple en la fabricación de sus procesadores, se nota cierta optimización en la eficiencia energética de este modelo. No es algo radicalmente mejor que el anterior, pero si somos conscientes que tenemos un procesador más potente, una pantalla más brillante, etc… el uso se ha contenido a día y medio y en ocasiones en mis pruebas he llegado casi a los dos días. Evidentemente, también ayuda a esto mucho las optimizaciones por software que Apple habrá implementado en watchOS 3, un auténtico cambio con lo que conocíamos en versiones anteriores del sistema operativo.
Por ello contamos con un reloj que responde mucho mejor, que es más cómodo de manejar porque se utiliza con más soltura y de forma más fluida. Las aplicaciones mejoran enormemente en la carga - de nuevo gracias en parte también a las optimizaciones de watchOS 3 - y la idea del Dock para guardar aplicaciones de acceso rápido es una buena forma de llevar el concepto que conocemos en macOS y iOS de “acceso rápido” a nuestra muñeca.
Nueva pantalla Retina
El Apple Watch Series 2 (y sólo éste, el Series 1 no la incorpora) monta la nueva pantalla Retina OLED de segunda generación, con Force Touch. Esta pantalla cuenta con la misma resolución de 340 x 272 píxeles (el modelo de 38 mm) y 390 x 312 píxeles (el modelo de 42 mm), pero tiene más del doble de nits (una medida de luminosidad por superficie) que la pantalla anterior. A efectos de comparación, el Apple Watch Series 1 y el original, tienen 450 nits. Como comentaban nuestros compañeros de Xataka en este artículo, a partir de 700 nits las pantallas ganan en visibilidad sobre todo en entornos de mucha visibilidad (exteriores, casi siempre).
Como veis en la foto, la pantalla del Apple Watch Series 2 se puede leer notablemente incluso a plena luz del día, un aspecto muy importante en un dispositivo vestirle que llevaremos la mayor parte del tiempo fuera de casa y al aire libre. Además, haciendo deporte, donde no podemos fijar la vista durante mucho tiempo o buscar el ángulo perfecto, este nuevo brillo de pantalla hará mucho más cómodo consultar nuestro reloj.
La mejora en la pantalla gana notablemente en visibilidad incluso a plena luz del día, o haciendo deporte
Como comentaba antes, es de agradecer el ejercicio de contención de batería que Apple habrá aplicado al S2 para que una pantalla tan brillante no consuma más que los modelos anteriores, o que incluso rinda mejor. La pantalla Force Touch se comporta igual de bien que en el modelo anterior - información o acciones contextuales - aunque Apple debería pensarse utilizar una pantalla Retina 3D Touch como la que llevan los últimos iPhones. En el reloj, serviría para que los distintos grados de presión nos aporten más acciones en la misma superficie de la interfaz.
¿Que Apple Watch comprar?
La renovación en “series” que ha propuesto Apple para esta nueva generación de relojes para pensada para no variar la idea original, sino para potenciarla: el gran cambio diferencial que hemos visto con el Apple Watch ha llegado a través del software, watchOS 3, y eso quiere decir que estamos ante un hardware con muchas posibilidades por descubrir, y ahora, con la potencia necesaria para llevarlo un poco más allá.
Si tienes un Apple Watch original, quizás te interese actualizar a un Apple Watch Series 2, si necesitas GPS o mejorar la resistencia al agua. La mejora del procesador que nos trae el Series 1 aún no es algo clave que marque un cambio sustancial entre una generación y otra, como para cambiarlo por un Series 1 (excepto si quieres cambiar de gama de reloj).
Si no tienes un Apple Watch pero ahora te atrae la idea de comprar uno, quizás debas saber que aún no es un dispositivo imprescindible, pero no podrás prescindir de él una vez que lo tengas. Acostumbrarte a notificaciones, deporte, aplicaciones, guías, etc… en la propia muñeca y jugando en la “liga Apple” es algo a lo que te acostumbras pronto. Consiste en utilizar también de forma inteligente el móvil: atendiendo a lo que realmente te interesa y consultando el resto en la muñeca. Si te has decidido, piensa si quieres GPS, resistencia al agua y mejor pantalla para ir por el Series 2. Si no, el Series 1 es igual de potente y más barato.
Las correas, bases dock y el resto de accesorios son a día de hoy compatibles entre todos los modelos, sea el modelo original, Series 1 o Series 2. Si cambiáis de reloj, podréis utilizar todo lo que hayáis comprado para vuestro modelo.
Conclusiones
Apple pasa a la fase de maduración también con esta nueva serie de relojes puesta al día, no sólo en el modelo Series 2, sino actualizando el modelo original con el nuevo procesador en el renombrado Series 1. En estos casi dos años desde el lanzamiento del primer modelo, Apple ha experimentado y aprendido de lo que significa un dispositivo tan personal como éste. “Pensado para todas tus formas de moverte”, es el lema principal de un dispositivo que está diseñado para cuantificarlos y para hacernos más cómoda la interacción con nuestra vida digital.
Quizás en los peros podríamos decirle a Apple que deberían haber arriesgado más y haber lanzado el equivalente a lo que fue el iPhone 3G en el reloj: un cambio de diseño que lanzara un mensaje de cierta comodidad tecnológica, y que pusiera en la perspectiva del cliente un nuevo modelo a su vista. Quizás precisamente por esto último la compañía ha preferido mantener el diseño original - perfectamente vigente - ya que tanto el tamaño de la pantalla como las proporciones sirven para el trabajo que está destinado y posiblemente los siguientes Apple Watch aparezcan mejorando el grosor de la caja.
Como reloj inteligente, sin duda lo está consiguiendo. A pesar de lo difícil que es marcar una trayectoria para una gama que no existía con tan pocos precedentes, watchOS ha avanzado con una inercia asombrosa, pasos muy firmes, y esperamos más cambios para watchOS 4 - quizás una tienda de esferas - que poco a poco irán definiendo y encaminando los usos del futuro para convertirlo en imprescindible, a quien todavía no lo considere. Las diferentes gamas (Nike+, Hermés, Edition de cerámica) son también apropiadas en un producto que también está pensado como complemento de moda y reflejo de quien lo lleva, y el cambio hacia la cuantificación deportiva le asegura un mercado tanto de usuarios, como de futuras aplicaciones para ellos, muy potente. Una perspectiva prometedora poniendo en contexto la - aún - corta vida del Apple Watch, que con esta segunda generación se hace aún más atractivo y valioso para el futuro.
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