Quién fue Andrew Grove, el CEO de Intel que imitaba la forma de vestir de Steve Jobs

Quién fue Andrew Grove, el CEO de Intel que imitaba la forma de vestir de Steve Jobs

Hacer cambiar de opinión a Steve Jobs no era nada fácil, pero Andrew Grove lo logró

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Jobs Y El Ceo De Intel

Llamado Gróf András István de nacimiento y conocido como Andrew Stephen Grove, o más bien como Andy Grove, nos encontramos con un hombre que fue una importante figura de la industria tecnológica estadounidense pese a su origen húngaro. Grove llegó incluso a ser CEO de Intel a finales de los 80, presidente de su junta una década después y una referencia para otros grandes empresarios de la época.

Andy Grove falleció en 2016 a causa de un parkinson que llevaba años padeciendo. Su época profesional más brillante se dio en los años 80 y 90, donde no sólo ascendió a aquel puesto en el fabricante de chips, sino que se convirtió en una referencia incluso para Steve Jobs. De ambos se cuenta una curiosa anécdota de la Pixar de Jobs y cómo Grove logró aplacar la testarudez de su homólogo.

Hacer cambiar de opinión a Steve Jobs: misión imposible

La historia de Andy Grove con Intel es de lo más curiosa. Fue ingeniero químico de formación y pocos pueden presumir de lo que logró, dado que prácticamente fue uno de los fundadores de la compañía. Llegó allí cuando la corporación acababa de nacer, convirtiéndose en el tercer empleado y el que a la postre les llevaría al éxito al ser uno de los que tomó la decisión de llevar la empresa a fabricar a microchips.

Pese a que el nombre de Grove no sea tan conocido como el de otros ilustres y recientes personajes de la industria tecnológica, de él se destacan varios aspectos profesionales a la altura de los más importantes. El más clave de todos es su liderazgo y su capacidad para anticipar y adaptarse a los cambios del mercado, teniendo siempre el foco puesto en una continua apuesta por la innovación. De eso dejó buena huella en una Intel que acabaría dirigiendo durante casi dos décadas.

Sus dotes de persuasión también están presentes en muchos escritos sobre él y una de las mejores pruebas es cómo convirtió una discusión con Steve Jobs en el inicio de una relación comercial que muchos años después favorecería la llegada de los chips de Intel a los Mac. Aunque esa es otra historia.

Cuando Jobs trabajaba en Pixar en 1985, Intel mostró un importante interés en conocer los detalles técnicos de los equipos que usaba la compañía para animar sus películas. En Pixar se intuía que era con el fin de iniciar una relación comercial entre ambas, aunque Jobs se negó a ello y exigió que Intel les pagase a cambio de proporcionarles datos tan confidenciales. La empresa dirigida por Grove se negó a pagar un sólo centavo a la de Jobs.

Jobs Andy Grove y Steve Jobs juntos durante una de las exhibiciones de ordenadores que realizó Apple a principios de los 2000

El problema estaba en las formas de Intel y en la corta mecha de Jobs. Cuando se le pidió dinero a la compañía de microchips, estos no lo declinaron de forma amable precisamente, sino que mediante un email enviado por uno de sus ingenieros, dejaba claro que desde Intel jamás habían estado interesados en hacer negocios con Pixar y que tampoco estaba en sus planes de futuro.

Enfurecido por la respuesta de Intel, Jobs escribió directamente a Grove para hacerle consciente de la situación y describir las formas "arrogantes" que había utilizado uno de sus ingenieros. Recibir un correo de un malhumorado Steve Jobs amedrentaría a cualquiera, pero no al CEO de Intel. No a aquel CEO de Intel. Grove respondió.

"Perdemos nosotros y pierde la industria"

Lejos de reprender a su ingeniero, el CEO de Intel escribió a Jobs recordándole alguna de las conversaciones pasadas que habían mantenido ambos acerca de negocios. Jobs, que en su actitud durante estos sucesos parecía sorprendido por el descaro de Intel, se dio un baño de realidad cuando Grove le recordó que aquellas peticiones no eran más que una respuesta a la propia oferta que Jobs había hecho: la de "ayudarse entre empresas amigas" y sin que debiese existir una relación comercial entre ambas.

"Tengo muchos defectos, pero la ingratitud no es uno de ellos"

De hecho, Grove recuerda algunas anécdotas concretas como cuando desde Intel estuvieron al lado de Jobs para la portabilidad del NextSteo al 486. También se mostró decepcionado por la actitud de Jobs y no sólo en lo profesional, donde creía que ambas compañías y la industria general saldría perdiendo, sino también en lo personal.

Muy pensativo debió dejar a Jobs aquella respuesta de Grove, pues tardó hasta cuatro días en responderle. Probablemente estuvo reflexionando mucho tiempo acerca del asunto. Tragándose su orgullo quizás. No lo sabemos a ciencia cierta, pero sí se sabe que al final Jobs se disculpó a su manera y dio un paso para unir Pixar e Intel.

Este es un extracto de esa respuesta que Jobs emitió a Grove:

"Tengo muchos defectos, pero la ingratitud no es uno de ellos. Estoy de acuerdo en que a largo plazo son estas cosas las que equilibran la balanza. Así pues, he cambiado de opinión en 180 grados y ayudaremos a tu ingeniero de forma gratuita para que pueda hacer sus procesadores mucho mejores con gráficos 3D."
Grove

A la vista está que aquella no fue la primera conversación entre los dos ejecutivos, pero sí fue un interesante punto de inflexión. De hecho, cuando Jobs regresó a Apple intentó que de alguna forma Grove participase, ofreciéndole incluso ser parte de la junta directiva si invertía, aunque no llegó a producirse. De paso, sirve también para añadir el calificador de pacificador a Grove, capaz de amansar a fieras como Jobs. Porque sí, el de Apple era un genio, pero también tenía muy mal genio.

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