Es un instinto casi natural por lo arraigado que está en nuestra sociedad. Nos llaman, descolgamos y decimos "¿Sí?", esperando que ya desde el otro lado nos digan quiénes son y qué quieren. El problema es que quienes están a ese otro lado podrían ser estafadores que se lucran precisamente de este hábito de responder con un "sí".
Quizás te suene de algo el conocido como "fraude del sí". No en vano, es algo de lo que han informado incluso desde la Policía Nacional. Lo peor de todo es que en la mayoría de ocasiones ni siquiera seremos conscientes de estar siendo estafados, pues se hacen pasar por una empresa real. Por suerte, evitarlo es sencillo, aunque cueste.
Una estafa que comienza y acaba nada más empezar la llamada
Por desgracia son decenas las estafas que nos llegan hoy día a dispositivos como el iPhone. Son todas peligrosas, aunque algunas más conocidas que otras. Véanse como ejemplos los ya conocidos timos relacionados con Correos o la estafa Wangiri relacionada con llamadas telefónicas desde prefijos extranjeros.
En la estafa del sí, los números que nos llaman no siempre son extraños. De hecho, a menudo llaman desde números españoles que, aunque no los tengamos guardados en la agenda, no parecen peligrosos, dado que no son ocultos y tampoco teléfonos con muchos números.
El caso es que podríamos ser estafados desde el primer segundo de la llamada, ese en el que por inercia respondemos con un "sí". ¿Estafados mediante un sofisticado sistema indetectable? En absoluto. Simple y llanamente se aprovechan de una funcionalidad legal que existe en algunas compañías para firmar contratos y dar de alta servicios.
Por ejemplo, vemos como a menudo las compañías telefónicas nos permiten firmar contratos mediante grabaciones de llamada. En esas, que sí son fiables, se nos informa de que se va a grabar la llamada y se nos formulan de forma clara y precisa las cuestiones para que nosotros respondamos con un "de acuerdo" o un "sí".
Pues bien, los estafadores se nutren de este sistema de firmas de contratos para ello. La llamada es grabada automáticamente desde antes de que descolguemos, de forma que al responder con el "sí" estemos aceptando darnos de alta en algún servicio que previamente se ha grabado. Lo problemático, como ya imaginarás, es que nosotros en ningún momento hemos solicitado un alta en nada, ni se nos ha informado correctamente de ello.
En uno de los casos expuestos por el INCIBE (Instituto Nacional de Ciberseguridad), una víctima relata como tras descolgar la llamada y decir "sí", lo siguiente que escuchó fue una locución en la que se decía algo así como "enhorabuena por haber activado el servicio de Amazon Premium por un importe de 200 euros mensuales". Tras ello, se colgó y la víctima quedó sin poder hacer nada que no fuese denunciar a la policía. Y es que devolver la llamada tampoco es conveniente.
Pero ojo, que también hay otras variantes igual o más peligrosas. Una de ellas es suplantar la identidad de una compañía telefónica o una entidad bancaria, fingiendo que es una simple llamada comercial. Nos tratarán de vender un servicio que realmente es fraudulento, aunque puede que nos demos de alta en él sin necesidad de que lo aceptemos realmente. De nuevo, es el "sí" lo que persiguen y pueden lograrlo de formas sencillas. Por ejemplo, te preguntan tu nombre, se lo dices y ellos para confirmar te lo repiten y ahí es donde caes.
-¿Cómo te llamas?
-Fulanito. -¿Fulanito has dicho?
-Sí
Tras eso, ya tienen lo que perseguían y puede que la llamada se cuelgue. Nuevamente, lo utilizarán para darte de alta en un servicio premium.
Cómo evitar ser víctima de este timo (y no sólo evitar decir "sí")
El consejo más obvio es el de evitar decir esa palabra al responder una llamada. Puede servir con otro clásico como el "dígame" si no sabemos que responder. Si estamos muy habituados a responder con un "sí", nos costará al principio, pero todo sea acostumbrarse y así evitar que lo utilicen en nuestra contra.
No obstante, el mejor consejo ante estos fraudes es el de desactivar la posibilidad de suscribirse a servicios premium. Los estafadores nos dan de alta en servicios vinculados directamente a nuestro número de teléfono y que se cobran con la factura mensual de nuestra línea. Se conocen como SMS Premium y normalmente vienen desactivados, aunque nunca está de más asegurarse.
Para ello, algunas de las apps de los operadores traen ya la posibilidad de activar o desactivar estos servicios. Si no es así, conviene que llames a tu operadora y lo solicites, anulando de paso los posibles servicios a los que estuvieses suscrito previamente (fuese o no de forma consciente).
Imagen de portada | Álvaro García M. con DALL-E 3
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