Estamos en mayo, pero ya hay lugares como México donde se están viviendo insufribles olas de calor con consecuencias nefastas. Y pese a que quizás no parezca lo más importante en situaciones así, proteger el iPhone de las altas temperaturas es fundamental. Y es que estas situaciones climáticas pueden acabar incluso estropeando el dispositivo para siempre.
Afortunadamente hay remedios para evitar que el iPhone se sobrecaliente. De hecho, ya cuenta con un sistema de serie para ello. En cualquier caso, repasaremos aquí los tres consejos más destacados para reducir la temperatura del iPhone y evitar que pueda romperse o sufrir algún daño en su batería, que suele ser el componente que más sufre con las altas temperaturas.
Cómo funciona el sistema de protección del iPhone
Al hilo de lo que comentábamos en la introducción, los iPhone traen ya un sistema que les protege de las altas temperaturas. Gracias a una serie de sensores internos, el dispositivo es capaz de detectar cuando está en un límite inadecuado y restringe su uso por completo. No queda apagado del todo, pero casi, ya que no se puede usar más que para realizar llamadas a los servicios de emergencia.
Aparecerá un mensaje como el que ves en la anterior imagen, en el que advierten precisamente de que no se puede usar hasta que reduzca su temperatura. Entre tanto, conviene tener en cuenta algunos de los consejos como los que daremos posteriormente.
A efectos informativos, decir que la propia Apple aconseja en su web mantener el iPhone entre 0º y 35º Celsius. Ese es el rango en el que debería funcionar bien, aunque siempre es aconsejable mantenerlo en temperaturas intermedias para no rozar los extremos.
Cabe decir con esto que se evitan problemas mayores más allá de los daños al iPhone en sí, ya que sirve para que no se provoque un incendio de la batería que pueda acabar dañando también a personas que estén cerca. No obstante, como veremos a continuación, no conviene fiarlo todo a este sistema.
Mejores consejos para reducir la temperatura del iPhone
Dicho lo anterior, queremos recalcar que no hace falta que esperes a que el iPhone se bloquee por sí solo ante las altas temperaturas. Si ya estás notando que se calienta, algo sumamente perceptible al tenerlo en las manos, conviene que te detengas y apliques consejos como estos.
Retira la funda/bumper del iPhone
Si llevas el iPhone con una funda o bumper, es conveniente que la quites desde el mismo momento en que se empieza a calentar. Da igual el material en el que esté fabricada, ya que la mayoría son retenedores del calor y al final no solo no ayudan a que la temperatura baje, sino que encima podrían ser causantes de que aumente. Haciendo un símil, es como si en mitad de una ola de calor decides taparte con una manta.
Apágalo y no lo cargues
Si el iPhone no se apagado él sólo, conviene que seas tú quien lo apague hasta que notes que la temperatura se ha reducido lo suficiente como para que no haya peligro. De igual modo, conviene que permanezca en ese estado sin estar conectado al cargador.
Esto se debe a que, cuando cargamos el iPhone, se está produciendo una entrada de energía a la batería y por ende está entrando calor. Por ello, resulta contraproducente y en lugar de reducir la temperatura interna, esta aumentará.
Qué no hacer si necesitas tenerlo encendido
Es entendible que haya casos en los que necesites tenerlo encendido, como cuando estás esperando una comunicación importante. Por tanto, sí, excepcionalmente puedes mantenerlo encendido, pero con un uso mínimo.
Ni siquiera ver una serie en el iPhone es aconsejable si hay altas temperaturas
Si la causa por la que lo mantienes encendido no tiene relación con un proceso que requiera Internet, es conveniente desactivar todas las conexiones Wi-Fi, de datos móviles y Bluetooth. En un momento dado, incluso el modo avión, aunque este no conviene activarlo si lo que estás esperando es una llamada o SMS.
El uso de aplicaciones en general es poco recomendable. El iPhone ha de estar bloqueado en la medida de lo posible. En cualquier caso, hay tres cosas que conviene evitar por encima de todos: el uso de la cámara, ver vídeos o jugar. Estos son usos exigentes para el dispositivo que requieren de un extra de energía que, como imaginarás, provoca más calor al terminal.
Más allá de estos consejos, entran también otros más generales y de cierto sentido común como el de mantenerlo en una superficie en la sombra y no exponerlo directamente a la luz del sol. Si es posible, conviene dejarlo sobre una superficie que no acumule calor. Por ejemplo, una mesa o suelo hecho de materiales fríos. De esa forma ayudarás a que la temperatura se reduzca cuanto antes.
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