Un teclado y un teclado con trackpad no son lo mismo: qué representa el Magic Keyboard para el iPad

Un teclado y un teclado con trackpad no son lo mismo: qué representa el Magic Keyboard para el iPad

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Teclado

Hace aproximadamente una semana di un paso del que me he alegrado más y más cada día: vendí mi Smart Keyboard Folio y compré un Magic Keyboard para mi iPad Pro de 11 pulgadas. No lo hice por el nuevo color blanco, que me encanta, o por su estética flotante, lo hice por un solo elemento: el trackpad. Un teclado y un teclado con trackpad son dos cosas muy distintas.

Un trackpad no convierte al iPad en un ordenador

El tema, para mí, radica en un elemento clave: ¿qué representa un trackpad en el iPad? A nivel de forma podríamos llegar a decir que añadir este sistema de interacción convierte al iPad en un ordenador, pero lo cierto es que el trackpad es más un compañero del mismo teclado que todo un método de interacción con el dispositivo.

Antes de seguir me gustaría aclarar un par de puntos. El primero es recordar que siempre ha habido polémica con la posibilidad de hacer un Mac táctil, es algo que muchos usuarios piden y muchos otros, incluida Apple, dicen que no es cómodo. El segundo es que, si bien en un iPhone tiene sentido que el teclado esté en la pantalla, para una escritura prolongada o simplemente para disfrutar de todo el espacio de la pantalla que ofrece el iPad es muy cómodo contar con un teclado externo.

Cuando Apple presentó oficialmente el primer teclado para iPad pasaron dos cosas. La primera es que todos podíamos escribir en nuestro iPad de igual forma que lo haríamos en un Mac. La segunda es que crearon, de facto, un Mac táctil. Sí, de acuerdo, el sistema operativo no era macOS, pero utilizar un iPad en estas circunstancias requería que fuéramos tocando la pantalla de forma continua, algo que, en efecto: no era nada cómodo.

El trackpad no es solo para el iPad

Me explico, aunque el sistema está diseñado para que podamos usar el iPad a través del trackpad, lo cierto es que el uso principal que, al menos yo, le doy al trackpad es el de apoyo al teclado. Si estoy escribiendo y tengo que seleccionar un párrafo, volver unas líneas atrás o simplemente moverme por el texto para leer unos párrafos más arriba ya no tengo que acudir a la pantalla como con mi antiguo Keyboard Folio, uso el trackpad.

Es rara la vez en que me encuentre utilizando mi iPad como si fuera un Mac. Me resulta mucho más rápido, simple e intuitivo tocar directamente la pantalla. Esto es algo que ya sabía antes de realizar la compra y, de hecho, ha sido el motivo de mi cambio de teclado: uso el trackpad para escribir.

Y este es el punto clave que quiero comunicar a cuantos me preguntan ¿me compro el Magic Keyboard o con el Smart Folio que es más barato me basta? Mi respuesta es: si vas a escribir de verdad necesitas un trackpad. Aunque es posible, creo que no debemos entender el trackpad de nuestro iPad como un recurso para movernos por todo el sistema. Arrastrar y soltar un archivo, por ejemplo, se hace mucho más fácilmente con un par de manos en la pantalla que mediante el trackpad. El motivo de esto es claro: el software.

Aunque algunos nos lo temíamos en el pasado, afortunadamente iPadOS no se ha adaptado al trackpad hasta convertirse en macOS. Podemos utilizar el trackpad para movernos por el sistema, cierto, y es tremendamente útil realizar ciertos gestos, por ejemplo tres dedos hacia arriba para salir de una app, pero no me veo pasando horas en iPadOS actuando mediante el trackpad. Solo para escribir.

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