Hubo un tiempo en el que parecía que Apple se había dormido al volante. Mientras OpenAI lanzaba ChatGPT y Google corría para tener Gemini listo, en Cupertino reinaba el silencio. Las críticas llovían: "Siri está obsoleta", "Apple ha perdido el tren de la IA". Pero resulta que ese silencio tenía un precio, y no era barato.
Según un nuevo reporte de The Information, la estrategia de Tim Cook no era despiste, sino cálculo puro. Apple tiene una visión muy distinta del futuro de la inteligencia artificial: cree que los grandes modelos de lenguaje (LLM) acabarán convirtiéndose en algo tan básico como la electricidad o el agua. Tecnología que se compra al peso, sin importar quién la fabrique. Y por eso no tenía sentido gastarse una fortuna en ser el primero.
OpenAI lo hace por supervivencia. Apple, por conveniencia
Para entender esta jugada hay que mirar de qué vive cada uno. Para OpenAI, su modelo es su negocio. Si no tienen el mejor cerebro en IA, cierran la persiana. Google, por su parte, tenía que reaccionar sí o sí para proteger su buscador y alimentar Android ante la amenaza de ChatGPT. No tenían opción.
Apple juega en otra liga, mucho más diversificada. La IA es importante, sí, pero de momento no ha sido decisiva para vender teléfonos. A la vista está: sin una IA puntera, los iPhone han vuelto a ser los móviles más vendidos del mundo este año.
Además, el ritmo de esta guerra es inasumible para una empresa de hardware. Ahora mismo sale un modelo nuevo cada seis meses que deja al anterior por debajo. Apple, que busca estabilidad y perfección, no puede entrar en esa rueda de hámster. Prefieren esperar a que el polvo se asiente y la tecnología madure.
Modelos más vendidos en 2024 y 2025
130.000 millones y la teoría del "Hacendado" tecnológico
Mientras la competencia se dejaba miles de millones en centros de datos, chips de Nvidia y entrenamiento, Apple cerraba el grifo de las inversiones explosivas. El resultado es que la compañía se planta en 2026 con más de 130.000 millones de dólares en la caja fuerte.
La lógica interna es clara: si los modelos de IA van a acabar siendo commodities, productos básicos y baratos, ¿para qué arruinarse creando uno propio hoy? Es mucho más inteligente dejar que las startups se peleen y, cuando el mercado se estabilice, comprar al ganador o desarrollar tu solución cuando sea barato y fácil.
Un día de trabajo y problema resuelto
Aquí es donde las cifras ponen todo en perspectiva. Se habla de que el acuerdo para usar Gemini en la nueva Siri le costará a Apple unos 1.000 millones de dólares al año. Parece una fortuna, pero Apple factura eso en un solo día. Básicamente, Tim Cook ha solucionado su "problema" de IA con lo que gana un martes cualquiera.
Es un beneficio mutuo: tenemos la potencia de la IA de Google, que sabemos que es excelente, pero filtrada por los estándares de privacidad de Apple. Y si eres un usuario avanzado que necesita programar, ya tienes integraciones como la de Claude con Swift. Porque seamos sinceros: la mayoría de usuarios del iPhone queremos la IA para que nos resuma un correo o nos organice la agenda, no para picar código en Python o resolver ecuaciones matemáticas.
Al final, Apple tiene la sartén por el mango porque tiene los dispositivos. Por muy listo que sea ChatGPT, tiene que instalar su app en el dispositivo. Apple controla la puerta de entrada y, mientras tenga eso, puede permitirse el lujo de llegar tarde a la fiesta y encima pagar la entrada con suelto.
Fuente | The Information
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