Si eres un usuario asiduo TikTok seguro que en alguna ocasión habrás visto un vídeo de Daniel Mac. Quizás su nombre no te suene, pero todos son iguales. Busca coches lujosos por la calle y se acerca a preguntarle al conductor en qué trabaja. De ese modo, podemos, por un lado, ver el coche por dentro, y por otro, enterarnos de lo que hace gente con vehículos así.
El 18 de agosto de 2022, Tony Blevins estaba en una exhibición de coches en California cuando este tiktoker le preguntó a qué se dedicaba. Su respuesta fue que: “conduzco coches, juego al tenis y acaricio a mujeres con pechos grandes, pero tengo los fines de semana libres y soy mi propio jefe”. Esa afirmación le costó su puesto en Apple, donde su labor consistía en relacionarse con los proveedores, reducir costes y aumentar la calidad.
Un ingeniero interesado en la tecnología desde niño
Anthony Jackson "Tony" Blevins es un ingeniero industrial facultado por la Universidad Estatal de Carolina del Norte. Nació en 1967, y siempre tuvo un interés especial por la tecnología. Su carrera laboral comenzó con unas prácticas en Burlington Industries mientras estudiaba, aunque poco después se graduó y empezó a trabajar para IBM.
Por aquel entonces, la empresa estaba en su punto más alto, y Blevins llegó a ser el director de desarrollo en su laboratorio de Escocia. Todo iba bien, por lo que Apple empezó a interesarse en él, y finalmente, en el año 2000, acabó dejando su puesto en IBM para unirse a los de Cupertino como responsable de adquisición de piezas para el iPod.
Su ascenso meteórico en Apple
En 2007 se le encargó también la obtención de piezas del iPhone y iPad, además de conseguir reducir su precio. Esa era su especialidad. De hecho, hay quien le llamaba “The Blevinator” porque era como una máquina, como Terminator pero en versión negociador con cara amable. Sus tácticas eran cuestionables, algunas incluso mezquinas, pero desde luego que funcionaban a la perfección.
Por ejemplo, ante una propuesta de UPS para ser la empresa de mensajería que utilizase Apple para sus envíos, decidió rechazarla y mandarla de vuelta con FedEX, su eterno competidor. También citaba a varios proveedores al mismo tiempo en sus oficinas para que fuesen conscientes de su competencia y se peleasen entre ellos por ofrecer el mejor precio. Él no tenía que hacer nada, simplemente quedarse callado y observar quién acababa cediendo.
Uno de sus mayores logros tiene que ver con el propio Apple Park. Cuando comenzó su construcción, Tim Cook le pidió que renegociase el precio de los cristales exteriores. Son enormes, y muy complejos de hacer, por lo que la empresa proveedora pedía mil millones de euros por ellos. Tony les llamó, nadie sabe lo que les dijo, pero redujeron su precio en un 70%. No se puede decir que no fuese bueno en su trabajo.
Su precipitada salida de la empresa
Tras decir en un vídeo viral de TikTok que “conduzco coches, juego al tenis y acaricio a mujeres con pechos grandes, pero tengo los fines de semana libres y soy mi propio jefe”, algunos empleados de su equipo lo vieron y se lo hicieron llegar a Recursos Humanos. El propio Blevins se disculpó diciendo que todo se trataba de un intento fallido de buscar el humor, pero su afirmación era inaceptable.
Jeff Williams, director de operaciones, decidió cesarle de su puesto con efecto inmediato. De hecho, cuando todo esto se hizo publico, las acciones de Apple cayeron a mínimos históricos, por lo que es evidente que algo había que hacer. Poco se sabe ahora de la vida de este ejecutivo. No parece que haya vuelto a encontrar trabajo desde entonces, y si lo ha hecho, desde luego que es en una posición mucho más discreta.
Imagen | Robert Lasson / Universidad Estatal de Carolina del Norte
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