Réquiem por iTunes, la primera aplicación de música de Apple que desapareció en 2023

Réquiem por iTunes, la primera aplicación de música de Apple que desapareció en 2023

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iTunes desaparece

iTunes ha muerto. Larga vida a iTunes. 2023 ha sido el año oficial de su deceso, a favor de la aplicación Music. Sigue instalada en miles de ordenadores Mac y Windows, en muchos de los equipos con macOS Catalina que ahora mismo están navegando en Applesfera y yo la usé ayer mismo para transferir unos directos a mi iPod Classic. Pero, a efectos prácticos, ya no existe para la propia compañía.

Se pone así fin a una era que comenzó el 9 de enero de 2001, a eso de la media tarde. Fuera del pabellón del MacWorld Expo llovía y hacía viento. Steve Jobs subió al escenario con su habitual jersey negro, se sentó en un escritorio al lado de un PowerMac G4 y comenzó a reproducir música. Una frase quedó suspendida en el aire: “Se está produciendo una revolución musical en este momento”.

Una revolución musical

Dicen que fue iTunes —y el iPod por extensión— el detonante que desencadenó el principio del fin, la estaca que asesinó a la música. Y no negaré la mayor, fue una herramienta que muchos usaron como polea para fomentar el pirateo. Pero es como decir que los mercados al aire libre fomentan el robo de naranjas: Apple fabricó dispositivos y aplicaciones, no técnicas de hurto.

Steve Jobs habló, aquel día de 2001, de esa complejidad por reproducir música, copiar música y compartir música. "Llegamos tarde a esta fiesta", llegó a reconocer. Al contrario: las reglas del juego no cambiaron hasta que iTunes no entró en el mercado. Ese mismo año, el 23 de octubre de 2001, llegaría iTunes 2 apadrinando el primer iPod con 5 GB de almacenamiento y auriculares dentro de la misma caja. 5 GB son muchas canciones incluso en formato WAV. En un MP3 de calidad media eran, entonces, unas 1.000-1.500 canciones. Discografías completas.

iTunes 3 aupó las playlists y los soportes para audiolibros —sí, Audible.com hizo carrera a partir de aquí—. Pero no fue hasta iTunes 4 cuando llegó la revolución, la Music Store con soporte para más formatos de música y, pocos meses después, con una aplicación nativa para Windows que hizo temblar las canillas del fandom más conservador. De récords ya hemos hablado otras muchas veces: iTunes Music Store vendió 1 millón de canciones en 5 días.

iTunes y los corsarios

Napster, Soulseek y otras tantas plataformas se pusieron las pilas. Comenzó el desfile de copiar y compartir. En 2004, iTunes era la tienda de música más popular del planeta. Olvídate del Picadilly Records, House of Oldies o la berlinesa Space Hall: iTunes ya tenía en su catálogo 85 millones de canciones. Entretanto, a río revuelto, ganancia de pescadores: iPod shuffle, nano, touch...

Como en su día ya consiguió el Walkman y el Discman de Sony, ahora un aparato más pequeño, colorido y cool te permitía componer la banda sonora de tus momentos. Party Shuffle era el Party Mix de Spotify una década antes de Spotify. Las innovaciones bajaron un par de pistones de velocidad: iTunes 7 fue la más longeva y vino acompañada de novedades tan elegantes como el Cover Flow o ese filtrado por decenas de taxonomías que sigue siendo el santo grial de los amantes de los metadatos.

itunes al completo

Y, hablando de metadatos, ya os imagináis lo que viene ahora. Apple puso de su parte con la tecnología FairPlay —radicalmente monopolística, por otro lado—, pero las cosas no salieron bien. La industria musical estaba incómoda. Comenzaron las demandas. Las protecciones anticopia eran insuficientes. iTunes y aquellas iCosas estaban alterando la "harmonía" de RealNetworks, sus rivales directos, quienes habían adquirido Rhapsody  —y terminarían por comprar Napster muchos años después— para competir contra la imparable expansión de Apple en este mercado.

Jobs, tan calmo como habitualmente, expresó su punto de vista. Uno que podría resumirse en que es imposible poner puertas al campo, que a más restricciones menos ingresos, que siempre habrá forma de violar las protecciones DRM y que los CD's ya se venden sin DRM —"El resto del 97% de la música no está protegida y es reproducible en cualquier reproductor que pueda manejar formatos abiertos"—. Su carta abierta, titulada 'Pensamientos sobre música', avivó aún más el polvorín.

Una generación víctima del efecto halo

Toda una generación, sin embargo, seguimos disfrutando de toneladas de música, más que nunca antes, sin tener que gastar una fortuna en tiendas de segunda mano. No pocos músicos llamaron a aquellos iPods "la basura electrónica que mató el arte". Si nos ponemos críticos, no hay ecualizador que valga: la calidad de iTunes como reproductor MP3 era bastante dudosa y la propia calidad del formato MP3 dejaba bastante que desear —algo que el FLAC, el AAC, el Apple Lossless Enconder y otros muchos repararían—.

Con el apogeo del iPhone, iTunes pasó a ser una de las últimas prioridades. Cada portada que se borraba y pequeño trastorno en las sidebar provocaba un terremoto en la comunidad. Pero en fin, la senda estaba marcada: en 2011 llegó iTunes Match, la primera "biblioteca musical en la nube" de Apple. El germen de la primera iTunes totalmente conectada, llena de radios online y catálogo a demanda. La música, ahora ornamento para el día a día, un hilo musical decorativo, nunca más volvería a ser como antes. Salvo que sí lo es, en esencia: sigo usando iTunes como el primer día.

Incluso aún tildando a iTunes de fiasco, como usuario le debo miles de horas de disfrute, mientras el 'Visualizador', el único fondo de pantalla dinámico capaz de competir con las skins de Winamp, me congelaba ocasionalmente el rendimiento de mi primer MacBook.

music

Pensemos, por ejemplo, que la preocupación de Jobs por la lentitud transfiriendo archivos fue el germen que hizo nacer la interfaz FireWire. iTunes fue fagocitando servicios en torno a él —hasta convertirse en la llave grifa definitiva, el peaje desde el cual sincronizar todo el ecosistema Apple— para finalmente morir como una enana blanca, consumiendo sus últimos kilotones de energía para especializarse en 'Música'. Tan sencillo como eso. La revolución musical sí fue reproducida. Eso es lo único que importa.

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