En Castilla la Mancha estamos viviendo una de las peores olas de calor que recuerdo. Apenas refresca durante la noche y, aunque la AEMET pronostica un descanso gracias a lluvias veraniegas, sigo sin poder dormir apechas durante la noche. Los últimos cambios y mejoras de iOS 17 de la aplicación 'Salud' orbitan en torno al estado emocional y la salud mental.
Así que buscando en mi iPhone una posible ayuda ecuestre una solución que para muchos es de sobra conocida, pero para mí ha sido toda una sorpresa.
Una prueba gratuita y un descanso mucho más profundo
Lo confieso: soy muy reticente a todo tipo de anuncios y promesas que garantizan que podrás dormir mejor o vivir sin estrés. Me recuerdan a los vendedores de aceite de serpiente y otros tónicos que en el Salvaje Oeste campaban haciendo caja con oratoria florida, exclamativas ampulosas y muchas mentiras. Pero esta vez soy yo quien tengo que guardar silencio ante lo evidente: estoy durmiendo mejor.
Sufro periodos de insomnio. Aún no es crónico pero mi médico de cabecera lleva años diciendo "contrólatelo", quitándome del café a cada poco y buscando alternativas. Cuando empecé a buscar una posible ayuda en la app Salud encontré que, en el apartado 'Mindfulness' —uno que de forma habitual nunca hubiese consultado— aparecían un puñado de recomendaciones:
De todas solo me sonaba una: Calm lleva años entre las 20 primeras aplicaciones de meditación y sueño de la App Store. No en vano, en 2017 fue coronada como la mejor aplicación de toda la tienda. Si millones de personas la gran descargado y dicen que funciona, tampoco perdía nada por probar. Recordé entonces que tengo una prueba gratuita de Calm gracias a mi Xbox Game Pass. El servicio cuenta con importantes descuentos del 40 y el 50% para nuevos usuarios, pero yo pude encadenar los 7 días de prueba, con otros tres meses gratuitos.
Como fuera, además de Calm existen otras muchas alternativas, como 'Balance' o 'Breethe'. Todas parten de la misma premisa: generar un ambiente de desconexión, un mood donde puedas aislarte, comenzar a respirar más lento, destensarte y adormilarte poco a poco.
Mi idea esencial era poder desconectar, no pensar obsesivamente en el calor. Y esta app aupada por celebridades como Matthew McConaughey y Stephen Fry parece que engancha. Conecté los AirPods a un volumen bastante alto para mi atención plena, buceé entre su biblioteca de música para dormir y en media hora ya estaba absorto en una mezcla de ruido blanco, sonidos de brisa y un piano etéreo. En otras condiciones me habría aburrido, pero parece que el cuerpo sabía que necesitaba descansar y yo tampoco pensaba resistirme demasiado.
La aplicación no rastrea los datos del sueño, no cuenta con despertadores ni recomendaciones “estrictas”, algo que agradezco, porque no quiero tener que depender del Apple Watch para que opere en buenas condiciones. Confieso que hice un seguimiento durante los dos primeros días para ver hasta qué punto era efectiva la fórmula, pero mi cerebro analítico pronto se cansó. Sin embargo, nada más certificar que estaba durmiendo mejor, olvidé la idea: prefiero descansar a someterme a un test.
Calm no es infalible, asumo, pero llevo diez días usándola sumando a ello un par de rutinas extra para afianzar el hábito: aparco el iPhone en torno a las 23:30, intento bajar las luces, someterme a menos estímulos, condicionarme para descansar. Y vaya si lo consigo. Si estás en una situación similar a la mía, te recomiendo dejarte guiar por la sección de Mindfulness y buscar una app para iOS que se ajuste a tus gustos. Tanto da enterrar los prejuicios y tragarme mis palabras si a cambio concilio mejor el sueño.
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