El rumor lleva encima de la mesa un tiempo: los iPhone 14 conservarán el chip A15 ya presente en los iPhone 13 mientras que un nuevo chip 'A16' se reservará solamente para los iPhone 14 Pro. Es un movimiento inusual que sólo hemos visto repetido en los iPhone 5c, que se lanzaron con el mismo chip que el iPhone 5.
Pero Ming-Chi Kuo ha afirmado recientemente en su web que deberíamos acostumbrarnos a esta forma de actualizar los iPhone, porque aparentemente va a ser lo normal a partir de ahora: nuevos iPhone con los chips del año pasado y nuevos iPhone 'Pro' con los nuevos chips.
Lo nuevo, para los mejores modelos
Este cambio en la estrategia de Apple tiene tres efectos potenciales:
- Abarata el costo de fabricación de los iPhone no-Pro, de modo que su precio final puede rebajarse (o mantenerse en épocas de inflación desbocada).
- Hace que los que siempre quieran el chip más potente vayan directamente a por los iPhone Pro, gastándose más dinero y por lo tanto provocando una subida de los ingresos. Kuo estima que la cuota de ventas respecto a los no-Pro podría subir de un 15% a un 20%.
- Según Kuo, este aumento de popularidad de los modelos Pro causaría un aumento de la demanda favorable para los proveedores de los componentes de las cámaras más avanzadas de los iPhone.
Además, como el ritmo de lanzamiento de chips sigue siendo anual, no se pierde fuelle ante la competencia. Simplemente Apple reservará la potencia de sus nuevos chips para los modelos más profesionales mientras que los usuarios generales seguirán con los chips lanzados hace un año.
Deberíamos ver el comienzo de esta tendencia con el lanzamiento de los iPhone 14 y los iPhone 14 Pro, cosa que debería ocurrir a mediados o a finales de septiembre si la crisis de componentes lo permite.
Imagen | Thai Nguyen
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