Para usar Windows en tu Mac o iPad no hará falta instalarlo: puedes abrirlo desde un navegador

Imac Windows 11
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Que se aparten Parallels o Boot Camp. Podemos ejecutar Windows en un iPad, en un Mac e incluso en un iPhone con solo abrir Safari gracias a Windows 365, un servicio en la nube de Microsoft que se lanzó el verano pasado y que te permite tener un PC virtual accesible desde donde quieras con una suscripción que parte de los 28,20 euros mensuales.

La computación en la nube en todo su esplendor

Aunque este servicio está enfocado para empresas cabe esperar, dado el interés de la compañía de Redmond en la nube, que tarde o temprano acabe llegando a los usuarios finales. Gracias a este servicio la parte de ejecución de Windows corre del lado servidor en la nube de Microsoft, mientras que los navegadores de los diferentes dispositivos actúan como cliente.

Nuestro reciente Índice de Tendencias Laborales descubrió que el 73% de los trabajadores quiere que se mantengan las opciones flexibles de trabajo remoto, pero al mismo tiempo, el 67% dice que también quiere más colaboración en persona, después de la pandemia. Esto crea la paradoja del trabajo híbrido, lo que hace que las organizaciones de todo el mundo se enfrenten a cómo conectarse en un mundo híbrido y proporcionar a los trabajadores acceso a los recursos de la organización en casa, en la oficina y en todos los puntos intermedios.
Al igual que hemos adoptado la nube para otros productos, nuestra visión de un PC con Windows 365 en la nube es ofrecer una nueva forma de experimentar Windows a través del poder de la nube, al tiempo que se resuelven los retos nuevos y tradicionales para las organizaciones. Este nuevo paradigma no se limita a permitir y asegurar el acceso remoto. La experiencia del usuario es más importante que nunca para atraer y retener el talento, mejorar la productividad y garantizar la seguridad.
Los servidores de Microsoft se encargan de todo, sólo necesitas una buena conexión a internet

El concepto es exactamente el mismo que vemos en las diversas plataformas de juegos en la nube que ya hay actualmente. Mientras unos potentes servidores se ocupan de mover todo el sistema operativo, el único requerimiento para ejecutar Windows en cualquier dispositivo es disponer de una buena conexión a internet.

Esta aproximación tiene algunas ventajas como el arranque inmediato o la posibilidad de ejecutar apps complejas en cualquier dispositivo, además de disponer de todas nuestras apps en cualquier parte. Cierto es que habrá que ver, para las pantallas más pequeñas, cómo se solucionan algunos temas con la interfaz, pero la idea es sin duda interesante.

Si bien es cierto que ya parece que deberíamos estar diciendo adiós a Bootcamp o a Parallels, lo cierto es que la apuesta de Microsoft aún tiene camino por delante. En el mismo campo de la conectividad todavía estamos lejos, especialmente en ciertas zonas, de tener una conexión de suficiente calidad disponible. Y Microsoft aún tiene trabajo pendiente para optimizar la instalación de Windows 11 ARM en un Mac con Apple Silicon.

Con esta aproximación Microsoft toma un camino totalmente opuesto al que estamos viendo recorrer a Apple, que apuesta por procesadores más potentes y por ejecutar localmente cada vez más servicios, como Siri en los iPhone por ejemplo. Son varios los argumentos a favor de la computación en local, empezando con la privacidad, cada vez más fundamental, o el coste de los servicios en la nube a largo plazo. También hay argumentos a favor de mover la computación en la nube, ciertamente, veremos como evoluciona el panorama.

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