Hace casi dos años, Apple anunciaba que dejaba de fabricar el HomePod porque quería centrarse en la tecnología del HomePod mini, lanzado hacía tan sólo dos meses – consiguiendo un gran éxito en el mercado, gracias a su tamaño, calidad de sonido y precio (por debajo del umbral psicológico de los 100€). El lanzamiento del mini no sólo era un modelo miniaturizado de su hermano mayor, sino un nuevo punto de partida donde se mejoraba la miniaturización para contener aún a su reducido espacio, una buena calidad de sonido.
En aquel momento nos vinieron a la cabeza recuerdos de otros altavoces como los iPod Hi-Fi que la compañía dejó de fabricar. En el caso de los HomePod, creo que a todos nos resultó extraño: era un producto muy querido por los usuarios. De hecho, su precio se revalorizó desde ese mismo día en los mercados de segunda mano, ya que Apple anunció que continuaría dándole soporte via software aunque ya no estuviera en las tiendas.
Pero de la misma forma que se fue, ha vuelto. Hace unas semanas se anunciaba mediante nota de prensa la llegada de una segunda generación del HomePod, que continúa el formato y la experiencia del original – como integrante de pleno derecho de la familia, de nuevo. Sin embargo, más allá de la apariencia física: ¿qué más ha cambiado con este regreso?
HomePod 2, ¿cómo es físicamente?
Aunque a primera vista el aspecto es prácticamente idéntico, hay cambios importantes tanto por fuera, como por dentro. Comenzamos por la similitud más evidente, la malla que recubre la superficie del HomePod, diseñada para que sea transparente acústicamente - es decir, a efectos prácticos, no afecta (ni para bien, ni para mal) al sonido que sale de él. Es como si los componentes internos estuvieran al aire, y eso sigue funcionando de la misma forma en este nuevo modelo.
Los colores del HomePod 2 son similares a los de la generación anterior, a simple vista
Aunque en el HomePod mini está disponible en cinco colores distintos, Apple ha mantenido la dicotomía del “blanco y negro” en esta segunda generación. El modelo blanco tiene exactamente el mismo tono que su generación anterior. La versión en color más oscuro se diferencia muy ligeramente del “gris espacial” al “medianoche” de este modelo, aunque hay que fijarse mucho para notar la diferencia. En esta ocasión, este color medianoche tiene un tono que tiende más hacia el azul oscuro - aunque como digo, hay que tener muy buen ojo para diferenciarlos.
Y hasta aquí las similitudes físicas, que si bien son las que mas se ven, no son las más importantes - que el diseño del HomePod original sigue siendo espectacular, minimalista y muy elegante allá donde lo coloquemos en casa: aunque sea al lado de un televisor, en un recodo de la cocina o en la habitación de trabajo.
HomePod 1, izquierda. HomePod 2, derecha
Hay alguna diferencia física en tamaño, de nuevo imperceptible aunque pongamos ambas generaciones una al lado del otro: es algo más bajo (168mm en esta generación, respecto a los 172mm de la anterior), aunque mantiene el mismo diámetro de 142mm. El peso en este HomePod 2 es algo más ligero, 2.3 kg respecto a los 2.5 kg del HomePod original. En mano, estos cambios como digo son imperceptibles, y da la sensación de que Apple ha buscado el equilibrio físico entre ambas generaciones, por si tenemos varios por casa.
Los cambios necesarios en esta generación
Si hablamos de cambios, no podemos obviar por supuesto la mayor superficie táctil superior - que ahora se ilumina completamente de lado a lado (de la misma forma que ocurre en el HomePod mini). La respuesta táctil es absolutamente instantánea toquemos cualquier parte de esta superficie que toquemos, y la respuesta es inmediata (yo diría que más precisa incluso que la generación anterior).
También cambia cómo se ilumina la zona superior mientras está en uso, de nuevo alineándose a cómo funciona en el HomePod mini: mientras está funcionando, una luz pulsante blanca y circular en movimiento aparece en el centro, en lugar de la iluminación de los símbolos “+” y “-“ de la generación anterior.
A la izquierda, HomePod 1 en funcionamiento. A la derecha, HomePod 2 en funcionamiento.
Utiliza el mismo sensor de iluminación que el HomePod mini para detectar el brillo de la estancia donde está funcionando y en tiempo real, el brillo de esta “luz pulsante” se incrementa o disminuye respecto a ella: siempre, tratando de ser discreta, funcionando como un indicador y no queriendo convertirse nunca en algo decorativo.
AL FIN, el cable es extraíble
Una de las grandes novedades del diseño de este año es que - por fin - el cable es completamente extraíble. En la caja del nuevo HomePod 2 el cable se incluye desconectado, del mismo color que el HomePod que hayamos comprado. Es un cable trenzado, de muy buena calidad, con un anclaje al dispositivo que bordea el conector dando la apariencia de una conexión fija.
El cable de conexión incluído, una vez conectado, se integra con el dispositivo
El cable incluido es algo más corto que en la generación anterior, pero esto ya no es un problema justo por lo que acabo de comentar: podemos utilizar cualquier cable de alimentación “estándar” que tengamos por casa, de cualquier electrodoméstico.
Probé todo tipo de cables por si alguno era incompatible y todos funcionaron a la perfección
Quise probar esto bien para detectar cualquier posible incompatibilidad, pero Apple ha diseñado la entrada del enchufe en el HomePod de forma que todos son compatibles. Es cierto que no quedan tan bonitos como el original, pero si necesitamos cambiar de cable (por uno más largo, o más corto), este punto de conexión trasera al HomePod no lo vamos a ver nunca, con lo que no debería ser un problema.
No son igual de bonitos, pero si compatibles: cualquier cable de alimentación que tengáis por casa, sirve para el HomePod 2
Como digo, lo probé con todos los cables que tenía por casa, y todos funcionaron sin problema. Utilizar un cable que no sea el “oficial” de Apple no cambia el uso, potencia o calidad de sonido del HomePod en ningún aspecto, y nos permite adaptarlo a nuestro uso para no tener demasiado cable recogido cuando sólo necesitamos uno más corto.
La basa del HomePod 2 (izquierda) y del HomePod mini (centro) comparten estabilidad respecto al HomePod 1 (a la derecha)
Otro de los cambios en los que hay que fijarse en la base donde se apoya el HomePod. La base del modelo anterior tenía una forma convexa que sólo apoyaba los bordes de un espacio inferior que actuaba como parte del mecanismo sonoro. En este caso, el rediseño interno también ha permitido algo que mejora la estabilidad en sonidos potentes para aliviar las vibraciones: la base del HomePod 2 es ahora una superficie lisa que se apoya contra la mesa completamente y sirve de peso para evitar que el sistema vibre e impacte en el sonido.
Cambios acústicos y nuevo hardware
Si repasamos los puntos que acabamos de revisar, ya veis que hablo mucho del HomePod mini. Es quizás la respuesta que nos planteábamos al principio sobre el por qué de la aparición de este HomePod de segunda generación: Apple dijo que se quería centrar en la tecnología del HomePod mini, y así ha sido - llevándola más lejos. De hecho, este HomePod 2 es una evolución mejorada de la tecnología que Apple usó en el HomePod mini, sobre todo por su orientación basada en la mejora gracias al audio computacional.
En este HomePod, Apple ya no incluye un procesador de la gama “iPhone”, como lo fue el que incluía el modelo original: el A8. Este procesador es el que llevaba el iPhone 6, iPhone 6 Plus y el iPod touch. Aquí las mejoras en rendimiento gráfico no tienen sentido y la potencia en aquel momento era suficiente, pero no estaban basadas en un procesador Bionic que está diseñado para ser más eficiente en Machine Learning.
HomePod mini, izquierda. HomePod 2, derecha
Esta es la base de la tecnología del HomePod mini: usar un chip Bionic pero especializado en potencia de cálculo y aprendizaje, sin importar el rendimiento gráfico. Pues en el caso del mini, tenían un candidato perfecto que era exactamente así: los S5 que llevaban los Apple Watch de la época, basados en el chip A12 Bionic.
Justo es lo que han incluído en el HomePod, pero con un procesador más potente y actual, el S7. Este procesador está basado en el A13 Bionic, uno de los chips de mejor rendimiento/potencia con una capacidad de cálculo adaptativa perfecta para los microcambios acústicos que necesita este nuevo HomePod. Para estas pruebas, he utilizado diez temas especialmente escogidos por nuestro experto musical Juan Carlos López
Un escenario sonoro más definido
Sobre esta base, el nuevo HomePod se construye con un altavoz de graves con una excursión de 20mm. Este desplazamiento permite mover una cantidad muy generosa de aire, y nos ofrece unos graves fuertes, contundentes y con gran pegada. Se apoya en la mejora antivibraciones con la base más estable para redondear el sistema sonoro y consigue un sonido con autoridad allá donde lo pongamos. Sorprende - como sorprendió el HomePod original - esta capacidad de “pegada” con los graves en cuanto se escucha incluso a máximo volumen, sin distorsión ni ruido de ningún tipo.
Algo que he notado en esta nueva generación es la claridad y unos agudos definidísimos y que destacan incluso cuando los bajos de algunas canciones apropiadas los envuelven. Era una de las dudas que tenía ya que este HomePod 2 tiene cinco altavoces para agudos (dos menos que el HomePod original) aunque aún así - comparando ambos modelos en prueba ciega - el HomePod 2 se escucha mejor en este sentido. Pruebas con voces actuales como la de Ana Mena en “Un clásico” o una buena playlist de Citycreed brillan en este nuevo HomePod por la calidez sonora y la claridad en la voz humana, a la que aporta un brillo que llama mucho la atención y que pone en el centro del escenario sonoro.
En música es contundente, un sólo HomePod 2 es capaz de detectar la habitación mediante un nuevo sensor y la situación de los obstáculos físicos para calcular el retorno sonoro, situando donde tiene que lanzar las voces protagonistas en forma de beamforming y donde lanza la música que lo envuelve, bien de forma lateral o jugando con los rebotes en la pared o obstáculos.
Las mejoras en el audio computacional también se notan en la variación de volumen: con poco volumen el dispositivo adapta la capacidad acústica para mantener la resolución del espectro musical que está sacando, y somos capaces perfectamente de distinguir voces e instrumentos. Con volumen alto, no hay distorsión ni vibración, el HomePod 2 entonces se viene arriba subiendo la pegada de los bajos y afilando los agudos y es capaz de situarnos justo en el centro de la interpretación de forma espectacular.
Conectando dos HomePod 2 gracias al par estereo nos permite multiplicar el alcance y la potencia del sonido, y es perfecto para conectarlo a un Apple TV 4K y a una buena tele para disfrutar de nuestra películas y series. Ojo, sólo pueden conectarse dos HomePod de la misma generación: no podréis conectar un HomePod 1 y un HomePod 2 en configuración de par estéreo, debido a que necesitan ser dos dispositivos iguales para mantener el equilibrio sonoro (la potencia de cálculo y microajustes de ambos funcionan también de forma diferente). Sí que puede integrarse un HomePod 2 dentro de nuestra red de casa, para reproducir por ejemplo “música por toda la casa”.
La conexión con el Apple TV 4K es la única forma de conectarlo a una televisión, ya que los HomePod no pueden emparejarse por Bluetooth convencional. El Apple TV 4K actúa como gestor del sonido, y estos HomePod 2 mejoran - y mucho - la latencia gracias a cómo gestionan el sonido mediante eARC. Esto nos permite escuchar el sonido de la televisión convencional a través de los HomePod, desde las cadenas tradicionales, hasta una videoconsola que tengáis conectada a la tele.
La transferencia de sonido se realiza mediante el protocolo eARC (vuestra tele tiene que ser compatible), con unos buenos cables HDMI de alta velocidad y un Apple TV 4K. En casa, con los HomePod originales, notaba como el sonido tardaba en acoplarse a los segundos de encender la tele. Con los HomePod 2 y exactamente la misma configuración, el sonido de la tele sale de forma instantánea por ellos - sin ningún tipo de espera. Se nota el incremento en el ancho de banda con el que se comunica este HomePod 2, ya que incluso jugando con PS5, el sonido es claro e inmediato - lo noto mucho más rápido en todos los sentidos respecto al HomePod original.
Apple debería dar un paso más y permitir una configuración 5.1 con dos pares estéreo de HomePods y un HomePod mini, por ejemplo. Creo que quien busca una configuración de “Home Cinema” tradicional puede echar de menos algo así, aunque el par stéreo resuelve muy bien las sesiones de cine - brillando de nuevo en el audio con sonido espacial o Dolby Atmos.
Para evitar una opinión basada únicamente en mis sensaciones, he medido el desempeño sonoro de un par estéreo con dos HomePod 1 contra un par estéreo con dos HomePod 2. Para ello utilicé un sonómetro - situado en el centro de mi salón justo detrás del sofá, estabilizado con un trípode. Configuré el sonómetro en modo de registro de máximos y puse una canción de principio a fin (“As it Was - feta. Citycreed”, para los curiosos).
Prueba 1 de potencia de sonido con los HomePod 1 en par estéreo
Esto me devolvió el valor máximo en dBA que alcanza el par estéreo de HomePods 1 en el punto de muestreo, en este caso, 86,1 dBA. El objetivo de la prueba es repetirla, sustituyendo los HomePods 1 por los HomePods 2 - exactamente situados en el mismo punto, con el mismo máximo volumen (lo siento vecinos, fue por una buena causa) y sin tocar el sonómetro. Por supuesto, en las mismas condiciones de silencio precias a la prueba.
Prueba 2 de potencia de sonido con los HomePod 2 en par estéreo
Repitiendo la prueba con los HomePods 2, obtuve dos dBA más a máximo volumen que con la generación anterior. Personalmente no creo que sea apreciable en una escucha normal, pero no está de más contextualizar el alcance sonoro para comprobar que este nuevo dispositivo es incluso algo más potente que la generación anterior.
Otro de los cambios en esta generación es la reducción de seis micros a cuatro en el HomePod 2 - pero en ninguna de mis pruebas he notado esta reducción. De hecho, encuentro esta nueva generación mucho mucho más rápida en todo lo que hace - reconocimiento de voz para Siri incluido. He probado a poner música desde dentro de la ducha, y los HomePod 2 del salón me reconocían perfectamente - al igual que cuando he intentado hacerlo desde el otro lado de casa (me ha funcionado incluso pidiendo música desde la terraza a la que se accede desde mi salón). Todo, como digo, de forma muy rápida - Siri se activa al instante y reconoce lo que le he pedido.
Esta nueva versión contiene además reconocimiento de sonido para detectar alarmas, pero llegará en una nueva actualización de software en primavera. Donde ya es compatible es con los accesorios del consorcio de fabricantes de dispositivos domóticos Matter - en la que Apple es uno de los socios, junto a otros líderes tecnológicos como Google o Samsung.
La conectividad Matter integrada en el HomePod 2 hace que la interacción con los dispositivos compatibles sea más rápida
He tenido la oportunidad de probar junto a este HomePod 2 uno de los primeros accesorios Matter de Elgato que se lanzarán dentro de unos meses, su enchufe inteligente Eve Energy. La configuración del mismo es la habitual en un accesorio - funciona igual que cualquier accesorio HomeKit - pero si he notado una respuesta instantánea en cuanto le pedía al HomePod 2 que encendiera o apagara el enchufe. Algo más rápida incluso que el mismo enchufe HomeKit de una generación anterior, que también tengo por casa: el futuro de estos accesorios Matter sin duda es prometedor, y hablaremos más en profundidad de ellos muy pronto.
Regreso a los escenarios por todo lo alto
La llegada de este nuevo modelo tras la noticia de hace unos años nos ha cogido a todos por sorpresa, pero es exactamente la evolución que esperábamos del HomePod: mejorado estéticamente en los aspectos mínimos, pero en los más necesarios, es un dispositivo potente que es capaz de desempeñar un sonido excepcional en un espacio ajustado. Está pensado especialmente para todos los que no tuvieron HomePod original o se quedaron sin él - o a quienes quieran añadir uno (o dos) en casa para aprovechar sus nuevas posibilidades como central domótica y espectacular sonido.
Sale con el mismo precio por el que salió el HomePod original en 2018, 349€, y la relación calidad de sonido/precio me parece muy equilibrada sobre todo si tenemos más partes del ecosistema Apple en casa - del que sin duda se convertirá en el protagonista. A HomePod muerto, HomePod puesto - me gusta el nuevo enfoque que ha querido darle Apple: sin conformarse y aprovechando la tecnología del HomePod mini, potenciándola, mejorándola y exprimiéndola aún más para convertir este dispositivo en el nuevo corazón de casa, haciéndolo aún mejor de lo que lo recordábamos. Sin duda dará mucho que hablar (y oir).
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