En una era en la que los smartphones parecen haber tocado techo en lo que a crear un efecto WOW se refiere, tendemos a ser altamente exigentes con cada evolución. Medimos al milímetro los detalles de su rendimiento, miramos cada píxel de las fotos para buscarles defectos. La exigencia es alta y así debe ser cuando hablamos del principal fabricante del mundo como es Apple. Pero a veces, nos olvidamos de lo esencial.
¿Y qué es lo esencial? Que el iPhone es una inversión y que puede serlo a largo plazo. Aguantan bien el paso del tiempo (y si no, que se lo digan a mi viejo iPhone 7 Plus). Y el iPhone X, que lleva más de ocho años existiendo, es buena prueba de ello. Y son varios puntos los que sustentan esta idea, aunque la cámara es, en mi opinión, el mejor reflejo.
Es subjetivo, pero diseño sigue siendo para enamorarse
Para gustos los colores (y los diseños). Pero yo llevo más de ocho años enamorado del que, para mí, ha sido el iPhone más disruptivo desde el primero. Apple decidió que fuese así en un terminal como el 'X' que marcaba precisamente el décimo aniversario del producto.
El iPhone X lo cambió todo. Fue el primero en apostar por un formato sin apenas bordes en el frontal, dando todo el protagonismo al que fue el primer panel OLED de un iPhone, ataviado con el tan característico notch (y anda que no fue polémico de aquellas). También cambió la forma en la que usamos el iPhone. Literalmente, puesto que trajo por primera vez el manejo de la interfaz por gestos, haciéndonos olvidar el ya extinto botón Home.
De rendimiento sigue sobrado (incluso en iOS 16)
Que el iPhone X no actualizase más allá de iOS 16 entra dentro de lo razonable teniendo en cuenta los años de soporte que da Apple a sus iPhone y que su hardware ya no estaba a la última para ciertas funcionalidades. ¿Pero quiere decir eso que funcione mal? En absoluto.
El A11 Bionic que hace de cerebro del iPhone X sigue permitiendo grandes cosas. Va sobrado en tareas cotidianas del día a día como WhatsApp, Google Maps o navegar por la web. Pero no se queda corto en cuanto a procesos más avanzados como editar fotografías con apps móviles potentes.
No soporta apps con funciones de IA avanzadas y tampoco es el más rápido si se compara con terminales más recientes. Sin embargo, para un uso normal y esporádicamente utilizar esas herramientas avanzadas, podemos dar fe de que es un teléfono que no solo funciona bien hoy, a las puertas de 2026, sino que parece tener cuerda para rato. Así que el rendimiento tampoco es un problema.
¿De verdad creerías que estas fotos están hechas con un iPhone X?
Fotos hechas con un iPhone X
El subconsciente es muy astuto y, dado el contexto previo, intuirás sobradamente que las fotos que aquí exponemos están hechas con un iPhone X. E incluso puede que les saques algún defecto. Y no es malo, ya que no son perfectas. Pero como tampoco lo son las que hacemos con todo un iPhone 17 Pro Max. Y si te dijese que están hechas con este, es probable que te lo creas.
El iPhone X cuenta con un sensor principal de 12 megapíxeles con apertura focal de 1,8 y un teleobjetivo de idéntica resolución, con apertura focal de 2,4 y una capacidad de zoom digital de hasta x10. Aunque no son los datos técnicos el mejor reflejo de sus virtudes. Lo son, por supuesto, las fotos que son capaces de hacer esas cámaras.
Foto hecha con un iPhone X
Todas estas imágenes adjuntas han sido hechas con un iPhone X sin ningún retoque adicional. Captadas con la clásica app Cámara del iPhone y sin ni siquiera aplicar algún ligero reajuste tras disparar. Están hechas por un muy buen fotógrafo (y que por cierto, no soy yo), lo cual también ayuda, pero al final de poco sirve tener buen ojo si la cámara no lo vale.
Foto hecha con un iPhone X
Es obvio que en una comparativa con modelos más recientes pierde. Sin embargo, dados los avances de estos últimos años, uno espera que sea una competición que ganen los nuevos por goleada. Y no es así. El iPhone X sigue siendo un compañero de fotos que no solo es digno, es que es sorprendentemente capaz incluso en 2025 (a las puertas de 2026).
Larga vida al iPhone X
Así que si aún tienes un iPhone X como teléfono principal, no seré yo quién te desaconseje apostar por uno más reciente. Si estás contento con este, lo estarás aún más con uno nuevo. Pero también te exageraría si te exigiese urgencia en hacerlo. Si aún te funciona y estás contento, de verdad que no hay un motivo general con suficiente peso como para cambiarlo.
Y si ya pasaste a uno más reciente y lo sigues teniendo en un cajón, es interesante saber que aún puede tener una segunda vida. El que un día fue mío, y que es el protagonista de las fotos anteriores, aún sigue con su segundo dueño. Y casi una década después, está tan contento con él como el primer día. Si tienes algún familiar, amigo o conocido que por su perfil no necesite lo último, le harás un regalazo si se lo entregas.
Agradecimiento especial a Henri Gil, quien nos ha cedido amablemente sus experiencias y fotografías con el iPhone X
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