Con cada nueva versión del sistema operativo macOS, Apple presenta mejoras en optimización, gestión de archivos e indexación de Spotlight. Pero a veces nuestro Mac va lento, muy lento y no sabemos por qué. No sabemos qué facetas llegarán con macOS 15, pero está claro que cuando un equipo se va haciendo viejo, lo primero que pensamos es en ir renovando. Sin embargo, hay una forma de darle nueva vida, de insuflarle velocidad sin necesidad de instalar otro disco sólido o meter más RAM.
Parece una nimiedad, un truco que podríamos pensar que es casi una broma, pero limpiar el escritorio de nuestro Mac agiliza toda la máquina en general, indistintamente de la versión de que usemos. Una tarea de lo más simple que garantizará que nuestros Mac más antiguos no se ralenticen por falta de orden. Pero, ¿cómo se hace? Porque resulta que algunos archivos están ocultos, escondidos a simple vista.
La gestión gráfica de los iconos del escritorio es la culpable
La situación es bastante simple. La forma que tienen los Mac de gestionar los iconos a nivel gráfico (tal como nos cuentan en Lifehacker) hace que el contenido del escritorio tenga un impacto significativo en el rendimiento. Por ello, la solución a que un Mac, especialmente el Finder y más concretamente el escritorio, responda con lentitud, es vaciarlo de contenido.
Podemos mover los archivos y carpetas a Documentos y luego añadir estas carpetas a la barra lateral del Finder para un acceso rápido, si lo necesitamos. Tras un reinicio deberíamos notar una mejora sustancial del rendimiento. Sustancial, todo sea dicho, dependiendo de la cantidad de archivos.
El atajo para descubrir los archivos ocultos de Mac y poder borrarlos
Pero ahora viene lo bueno: algunos archivos son temporales y están ocultos. Para poder verlos hay que usar un atajo: Comando (⌘) + Shift (⇧) + Punto (.)
Da igual el orden en el que pulses estas teclas, y la carpeta donde te encuentres. Al hacerlo, verás los archivos ocultos en Finder y también en tu escritorio. Para volver a ocultarlos hay que tocar las mismas teclas a la vez. Pero hazlo una vez que hayas mandado todo lo residual a la papelera —y eliminado de ella todos los archivos—. Además, borrarás hasta gigas de datos que han permanecido ocultos.
En mis formaciones he llegado a ver escritorios con miles, literalmente, de iconos en ellos. Si en nuestro caso tenemos 10 o 12 la mejora será mucho menos apreciable. Decir, además, que el sistema de archivos APFS, que podemos activar en nuestro Mac si aún no lo utiliza, junto a la llegada de los almacenamientos en estado sólido dejó atrás este inconveniente.
En todo caso, si disponemos de un Mac antiguo, uno con discos duros mecánicos, uno en el que el escritorio está cargado de archivos y carpetas, hagamos la prueba: movamos todo el contenido a Documentos. Con toda seguridad notaremos una importante mejora en la velocidad de la máquina.
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