Elon Musk llegando a Twitter quiere ser como Steve Jobs volviendo a Apple, pero hay algunas diferencias importantes

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Elon quiso dejar huella mediática cuando llegó a las oficinas de Twitter, así que llegó con un lavabo a recepción para hacer el juego de palabras de let that sink in. El mundo tiene que asumirlo: Twitter es ahora propiedad de Musk y los cambios van a ser grandes.

Muchas personas se han echado las manos a la cabeza ante las curvas que vienen para una red social que muchos consideran básica, pero desde Bloomberg ofrecen un punto de vista diferente: comparan esta llegada con la segunda venida de Steve Jobs en 1997, cuando volvió a convertirse en CEO de una Apple que estaba al borde de la bancarrota. ¿Tiene sentido este símil?

Un cambio radical sí, pero con augurios muy diferentes

La comparación tiene su sentido. A nivel financiero, Twitter no está en su mejor momento (aunque lejos de la bancarrota). Musk es alguien con un carácter fuerte, como Jobs; y los cambios que de momento hemos visto   han puesto patas arriba a Twitter del mismo modo con el que lo hicieron en Apple: ejecutivos con experiencia demostrada se han visto en la calle en cuestión de horas.

La exigencia de Musk tampoco se aleja de la de Jobs: los desarrolladores de Twitter tienen hasta el 7 de noviembre para hacer los primeros cambios bruscos en la plataforma bajo amenaza de ser fulminantemente despedidos. O a su manera, o fuera. Musk quiere darle un giro bestial a Twitter, como Jobs le dio un giro bestial a Apple para resucitarla.

Ahora bien, aunque el símil esté ahí hay puntos que no podemos ignorar. Los primeros productos de Jobs tras ser de nuevo CEO en Apple revolucionaron la informática personal. Y de momento, esos 20 euros al mes para tener la cuenta verificada en Twitter han horrorizado a todo el mundo. No veo nada de revolucionario aquí, ni tampoco en cómo sus tuits ya están provocando polémicas.

Desde Bloomberg, Brad Stone revela que un ex-ejecutivo de Twitter le dijo que lo mejor ahora mismo para él sería cerrar la compañía ya que "es un peligro" en manos de Musk. Podríamos estar equivocados y podríamos ver un resurgir de las redes sociales, pero de momento las señales no son buenas. Los que más tuitean se marchan y va a costar recuperarlos, las polémicas se amontonan... veremos cómo quiere "ayudar a la humanidad" durante los próximos meses.

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