Cuando pensamos en roles femeninos dentro de Apple, figuras relevantes de calado histórico, hay varios ejemplos que se nos vienen a la cabeza. La mítica Katie Cotton o Jennifer Bailey, tras veinte años en Apple. O incluso Isabel Ge Mahe, con otros quince años al frente dentro de la compañía. Sin embargo, pocas veces nos fijamos en alguien que destaca esto en su perfil: "Directora Senior de Gestión de Asociaciones y Relaciones con Desarrolladores Mundiales". Ahí es nada. Ella es Shaan Pruden y esta es su historia.
Shaan Pruden, jefa entre las jefas de Apple
Shaan Pruden siempre estuvo enamorada de la informática y la electrónica. Y su idilio comenzó con el primer Macintosh, en 1984. Sabía que era algo distinto, algo especial: "necesito trabajar en esa empresa algún día", rememora en una de sus entrevistas para Fashion Magazine. Ella tenía bastante claro que estaba ante algo diferente, algo que cambiaría la forma de entender nuestra comunicación.
Tras finalizar sus estudios, graduada en ciencias de la computación por la Universidad de Victoria, un amigo le habló de una vacante en el departamento de TI del Instituto de Tecnología del Sur de Alberta. La cogieron y pasó cuatro años como analista de sistemas trabajando con los Macintosh de aquel campus. Pero todavía quedaba el paso clave: entrar en Apple.
En 1989, un conocido suyo fue contactado por un reclutador de Apple Canadá para trabajar en Edmonton (Alberta). Pero él no quería mudarse. Ella, calgariana de pro, tampoco estaba muy ilusionada con la idea, pero quiso probar. Al fin y al cabo, hablamos de un rol menos técnico y fácil de abordar: solventar las dudas de clientes empresariales para saber si deben comprar o no ciertos equipos. Otros cuatro años después, Pruden ya tenía claro que quería mudarse a la sede de la compañía. Próximo destino, Cupertino.
Entró en el 89 y no subió a un escenario hasta 2018
Relaciones con los desarrolladores, esa es, a grandes rasgos, la función clave de Shaan. Y no siempre ha sido fácil. Solo hay que recordar los vaivenes de Steve Jobs con John Sculley, los primeros días de Pixar y NeXT. "Tuvimos unos días difíciles antes de que Steve regresara", recuerda en varias entrevistas. De hecho, ella misma asumió parte de esta labor de evangelización con Steve Jobs, reticente a los portátiles a favor de los sobremesa, recomendándole focalizarse e invertir más en este segmento. Su relación con Jobs, por cierto, siempre fue cordial y profesional. Al menos si la comparamos con la de Andrea Cunningham.
Como fuera, ahí ha estado siempre, a las duras y a las maduras. Ha visto el nacimiento del iMac, del iPod, del iPhone, del iPad, del Apple Watch, del Apple TV y el apogeo de la App Store, el segmento donde Shaan trabaja en específico.Y si algo nos ha quedado claro tras el negocio de los mil millones es que las aplicaciones de Apple son tan importantes como sus productos. Que Apple Music, el esencial iCloud, o Apple Fitness+ o Apple Arcade son tan relevantes para el negocio como un Apple Watch Series 9. Al fin y al cabo, sin iOS no hay iPhone. Algo que, en términos de estrategia, comulga con la filosofía del actual CEO, Tim Cook.
Eso sí, aunque siempre fue una figura relevante desde la faceta más política de la empresa, no fue hasta 2018 cuando subió al estrado. Fue en la keynote de octubre de 2018, hace exactamente un lustro, en la Academia de Música de Brooklyn. Allí presentó las "capacidades creativas del nuevo iPad Pro", con la pericia y destreza de quien ha hablado cientos de veces ante un gran público expectante.
Casi 5.000 estudiantes de distintas carreras se han graduado a través su academia
Bajo su mandato, Apple ha creado iniciativas como la Apple Developer Academy, asociación que colabora con universidades para fomentar la educación tecnológica. Casi 5.000 estudiantes de distintas carreras se han graduado a través de esta iniciativa. Aunque los números más ambiciosos destacan por App Store: más de 103.000 aplicaciones y más de 10 start-ups se han fundado bajo su liderazgo.
Tal vez la presencia femenina haya decaído en las carreras informáticas desde las primeras décadas hacia los dosmiles, pero con su visión este estereotipo está quedando relegado a una nueva realidad: cada vez hay más mujeres interesadas en las TIC. Y ella ha puesto mucho más que un granito de arena. Ha volcado la mirada de Apple en ello.
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