El iMac ya tiene 25 años: estos han sido los diseños del ordenador que ha salvado a Apple

Imac Apple 25 Anos
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Fue un 6 de mayo en 1998 cuando ocurrió. En una época en la que nadie daba ya nada por Apple, un Steve Jobs recién renombrado como CEO en la empresa presentó el ordenador que haría que todo recomenzase de nuevo. No sólo Apple, si no la informática personal.

En un mundo en el que los ordenadores con una torre beige eran la norma apareció el iMac. Policarbonato plástico semitransparente, varios colores, un teclado y ratones que rompieron todos los moldes... de repente una oleada de aire fresco entraba de lleno en la informática doméstica. Y no sería la única.

Un ordenador de otro planeta, en 1998 y en 2023

Steve Jobs bautizó el iMac como la suma de la "i" simbolizando el entusiasmo de internet y el potencial de los Mac. En aquella época era algo muy atrevido: un ordenador que escondía todos sus componentes dentro de la pantalla de tubo. Nada de torre y todos los cables que salían de él. Jobs lo dijo claro: "¡son feos!"

También fue la primera vez que Jobs dijo una de sus mejores frases: "la parte trasera de este ordenador es más bonita que la parte delantera del resto de ordenadores". Y tenía razón: en 1998 ver ese ordenador translúcido con una asa en su parte posterior enamoraba al instante. O como mínimo, despertaba la curiosidad.

Es un diseño que sigue haciendo historia por lo icónica, que se vendió en varios colores e incluso con motivos florales. Hoy en día se ha convertido en un objeto de coleccionista.

Tres años y seis millones de unidades vendidas después, el iMac se rediseñó. ¿Era posible mejorar un diseño que se considera revolucionario? Pues sí, y puedes verlo en el minuto 86 de la keynote de la Macworld 2002:

La pantalla pasa a ser plana, de modo que el diseño tenía que cambiar ya que no había modo de encajar su componentes dentro del panel. La solución fue colocarlos en una base semi-esférica que servía como base, con la pantalla plana "flotando" sobre ella gracias a un brazo articulado que hacía maravillas. "Lo mejor que hemos hecho jamás", decía Jobs mientras lo presentaba orgulloso. "Es la oportunidad de la década para rediseñar el ordenador".

Con ese iMac, Apple lanzó un anuncio que para mí es de los mejores que la compañía ha hecho nunca:

La pantalla podía cambiar su altura y ángulo de cualquier manera en 180 grados, y con el mínimo esfuerzo de nuestros dedos. De hecho esta libertad de movimiento y comodidad se ha heredado en las Pro Stand de las XDR Pro Display, de modo que en Apple han sabido aprovechar un diseño hecho hace veinte años.

¿Había algún modo de poder mejorar todavía más ese diseño? Pues sí. Ocurrió en la Apple Expo de París en 2004, donde Phil Schiller presentaba el diseño que aún tenemos hoy en día:

El iMac G5 redujo el ordenador a la mínima expresión: la pantalla y nada más. Todos los componentes se encajaban en su estructura, incluyendo discos duros mecánicos de tamaño completo, altavoces y lectores/grabadores de DVD. Es tan lógico y tan simplificado que a partir de este punto la apariencia, el tamaño y el grosor ha cambiado pero no el diseño en sí.

Aunque sí que hubo dos cambios significativos: en 2012 el grosor de los iMac se redujo, eliminando el lector de CD y dejando los laterales finos:

Y naturalmente tenemos la llegada del iMac M1 y su delgadez imposible, tanta que ni siquiera el puerto de auriculares cabe desde detrás y debe enchufarse desde un lateral de la máquina:

Mejorar este diseño para hacerlo más simple y mínimo parece imposible: ya se desafían unos límites que necesitan los propios puertos USB para funcionar. Quizás lo que cambie el diseño del ya no sea una nueva generación de ordenadores, si no algún tipo de nuevo producto que cambie al ordenador en sí mismo. Quién sabe: quizás dentro de una década todos lo llevemos en nuestras gafas, y el primer paso para ello sean las Reality Pro que veremos en la WWDC 2023.

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