Probablemente os acordéis de Squire, un reproductor pensado para instalarse en ordenadores conectados a un televisor o a cualquier otra máquina que se suela utilizar para ver películas cómodamente. Hace mucho tiempo que no sabíamos nada de sus responsables (lo último que hicieron fue la aplicación Flight Card), pero recientemente han relanzado Squire conservando lo que le hacía destacar encima de otros reproductores: su simplicidad.
Squire se compone de dos aplicaciones: el reproductor y un 'Squire Helper' que se instala en nuestra barra de menús para que le ayudemos a identificar las carpetas donde guardemos nuestras películas y series. Desde las opciones también podemos seleccionar el idioma de los subtítulos que podemos cargar automáticamente utilizando la base de datos de OpenSubtitles y corregir algunas correspondencias que Squire no haya hecho bien.
Quizás lo peor sea su precio: una licencia de Squire válida para cinco Macs cuesta 14,99 euros (y eso que está en oferta). Sí, podemos utilizarlo gratuitamente en una versión demo que nos podemos descargar aparte, pero hay reproductores de salón mucho más completos y completamente gratuitos. El enfoque aquí es la simplicidad con la que se configura y organiza todo, aunque os toca a vosotros decidir si cuesta ese precio.
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