Las revoluciones en tecnología suceden cuando los dispositivos se vuelven cotidianos. Atravesamos valles de rumores, espejismos de montajes y emoción en presentaciones hasta llegar al asombro de tenerlo en nuestras manos. Imaginamos las posibilidades de un recorrido iniciado por cualquier producto que cambia las reglas y entonces pasamos al siguiente.
Vivimos en un torrente de información y productos revolucionarios. Estamos en un momento - tecnológicamente hablando - increíble en la historia de nuestra evolución: hemos conseguido que la tecnología consiga cosas con las que llevábamos décadas soñando, y pasa tan a menudo que no sólo nos acostumbramos a las revoluciones. Pedimos más. Y corremos a por ella. Pero para darnos cuenta de lo sorprendente de los cambios, no tenemos que leer a prestigiosos analistas, ni contrastar mil fuentes para ver lo que dicen las corrientes de opinión. Tenemos que salir a la calle. Pasear por la playa. Fijarnos en nuestro alrededor.
Las revoluciones se crean cuando un dispositivo revolucionario se convierte en cotidiano
Pero hay cambios que tienen que llegar. ¿Tenéis hora?
Nike, Apple y el futuro
Una de las noticias más interesantes del fin de semana ha sido la cancelación por parte de Nike de la unidad de hardware encargada de la fabricación de su popular Fuelband y la decisión de continuar sólo desarrollando el software y potenciando su sistema de gamificación del deporte. Es una maniobra interesante, en muchos aspectos. Vamos a hablar de dos.
Primero, Nike se asegura que lo que realmente alimenta su negocio, las interacciones con sus clientes, sigue muy vivo gracias a la "apertura" del sistema de puntos Fuel a terceros fabricantes. Este le permite a la compañía seguir trabajando en integrar su contenido en futuros nuevos dispositivos de otras empresas sin gastarse un céntimo en una división hardware que daba más problemas que otra cosa. Parece que sus responsables no sabían muy bien qué tenían entre manos, publicándose comentarios sobre ellos incluso en la red social anónima Secret. Recordemos que Nike fue una de las primeras empresas en meterse de lleno en los dispositivos "wearables".
Segundo, Apple. Hablemos de movimientos: La compañía de Cupertino lleva meses (quizás años) disponiendo ciertas piezas en lugares precisos. No creo en las casualidades, ni el destino, pero si creo en los planes: en Agosto del año pasado se hacía público que Jay Blahnik, una de las piezas clave en la creación de la Fuelband, ya estaba trabajando para Apple. En Septiembre también supimos que Ben Shaffer, responsable de innovación y nuevos productos en Nike, también pasaba a engrosar la nómina de nuestros amigos de Cupertino.
Si entráramos ahora mismo a una reunión del consejo de Administración de Nike, ¿sabéis a quien nos encontraríamos? A un tal Tim Cook. El actual CEO de Apple no cabe duda que ha influído en el rumbo de la empresa para dirigir y concentrar esfuerzos, en Nike, para centrarse en desarrollar su mercado, y en Apple, para aprovechar todo ese know-how y concentrarlo en algo nuevo. Y ojo que hay que prepararse: firmas de análisis de mercado como Morgan Stanley ya avisan que es muy buen momento para invertir en Apple porque en 2014 se espera algo gordo.
No es una carrera, es un objetivo
Nótese las comillas de este encabezado. Lo llamamos "iWatch" por tener un término al que refirnos al dispositivo, no porque necesariamente tenga que ser lo que describe. Igual que llamábamos "iPhone" al teléfono de Apple y luego resultó ser mucho más que un teléfono. De hecho resultó ser mucho más de lo que nadie imaginaba, y esa capacidad de sorpresa en un mercado lleno de grandes visionarios, es una de las mejores características de Apple.
Apple nunca es la primera, pero es quien acaba definiendo los conceptos. Y eso la convierte en una competencia temible aún sin decir nada
También podréis pensar que el mercado de los "vestibles" (que mal suena, por cierto) no es tan atractivo como los anteriores. Bueno, si pensáis eso retroceded en el tiempo varios meses antes del lanzamiento de cada producto: nadie necesita un ordenador en casa, el iPod no es más que un reproductor de música caro sin futuro, "yo no quiero un iPhone porque sólo necesito llamar y enviar mensajes" y los tablets no son útiles existiendo los portátiles. Ahora mirad a vuestro alrededor. ¿Sonreís?
El iWatch que imaginamos
Soy usuario de la pulsera Fuelband de Nike y tengo un reloj inteligente Pebble. He explorado el camino que estos dispositivos pueden aportar y os aseguro que el futuro es tan amplio que pueden marcar casi una nueva categoría en si misma. Han comenzado siendo un "complemento" a nuestros smartphones y pocos aprovechan un potencial de tenerlos tan cerca de nuestro cuerpo. No sólo con los usos que ya imaginamos, sino para ayudarnos a ser más saludables, a mantenernos sanos y a medir y mejorar nuestras capacidades físicas. Y es que hay muchos fichajes también en el terreno de la medicina que ya están en Apple.
Imaginemos el futuro: pensemos que paseamos por un parque, por la playa o viajamos al otro extremo del mundo y alguien, en algún momento, lleva algo en su muñeca que no conseguimos imaginar ahora. Nadie mira a esa persona, ni a ese dispositivo. Todos llevan uno, o algo similar, y hace cosas que nos asombrarían ahora mismo.
Ese punto, ese instante, ese momento exacto del futuro, es al que nos dirigimos hoy.
Imágenes | The Modern Social Way (Guian Bolisay, Flickr), Nike Fuelband Macro (Ángel Navedo, Flickr), Apple Logo 3 (John Mitchell, Flickr)
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