Apple y China han tenido un idilio desde hace décadas. Ahora eso empieza a cambiar

Apple y China han tenido un idilio desde hace décadas. Ahora eso empieza a cambiar

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China Apple

Designed by Apple in California, assembled in China. Esta es la frase que, de un modo u otro, llevamos viendo grabada en los productos de Apple desde que un servidor atravesaba su adolescencia. Las ideas y el diseño nacen en Cupertino, pero de la producción en masa de los compoentes y del dispositivo final se encargan en China.

Este binomio parecía inseparable, pero una serie de circunstancias han conseguido lo imposible: que Apple decida diversificar su producción fuera de ese país. Y eso, cuando en verano la CNN decía que era imposible replicar la capacidad de producción de China en otro sitio, es todo un reto.

El fin de China como "fábrica del mundo"

¿Qué es lo que ha provocado esta situación? Hay varios factores en juego. Primero, la política COVID-cero de China está provocando unos niveles de restricciones y de protestas como pocas veces se ha visto en el país: sólo por ellas ya se prevé que se fabriquen seis millones de iPhone menos de lo que se buscaba en un principio. Y a menos unidades de iPhone disponibles en el mundo, menos ventas y menos ingresos. Y justo en Navidad, cuando la demanda es altísima.

La situación ha llegado a tal punto que el gobierno de China está recurriendo a los veteranos del ejército para que trabajen en esas fábricas, en un intento de tener la máxima cantidad de personal dispuesto a trabajar. La demanda manda.

Las exigencias de China con Apple han terminado por acelerar su decisión de llevarse parte de la producción a otros países

Algo que también se debe de tener en cuenta son las exigencias que China ha ido poniendo encima de la mesa de Tim Cook: tener cierta manga ancha con la privacidad de los usuarios de China, pagos de centenares de millones de dólares para poder hacer negocio en el país

No olvidemos que la situación geopolítica también ha tenido mucho que ver: la invasión rusa de Ucrania ha hecho que las tensiones entre China y Taiwán crezcan, y en Apple no quieren verse inmersos en un posible conflicto que perjudique (y mucho) a la producción de la gran mayoría de sus productos. Una invasión China de Taiwán provocaría sanciones, recrudecería la guerra comercial global y heriría gravemente la producción de la mayoría de productos electrónicos. No ya sólo de Apple, si no de todas las principales marcas.

India, Taiwán, Japón, Vietnam... los países que quieren una parte del pastel

¿Qué países se han aventajado de esta situación? En mayor o menor modo tenemos a India, que ha aprovechado la ocasión para darle ventajas fiscales a Apple a cambio de que empiece a producir algunos de sus productos en su territorio.

Con todo, no creamos que empezar a producir en países diferentes es un asunto de pocos meses: vamos a tardar años en ver cambios significativos. En 2025 India fabricará el 25% de los productos de Apple, con China encargándose de la mayoría del porcentaje restante. Y eso sólo son predicciones hechas sobre el papel.

La propia Taiwán también empieza a beneficiarse de lo que está pasando con China, adoptando la fabricación de algunos componentes como pantallas mini-LED. Paralelamente Vietnam tendrá una fábrica de Foxconn propia para fabricar modelos de iPad y iPhone, y empezamos a ver rastros de fabricación de chips en Arizona, dentro de los Estados Unidos donde la geopolítica mundial deja de tener importancia.

Japón también ha hecho gestos para albergar la producción de algunos componentes de la mano de TSMC. Y no olvidemos a la Unión Europea, que quiere también jugar su partida en este gran juego: Italia tendrá una fábrica de chips de Intel mientras que en Barcelona ya se ha confirmado una sede de diseño de estos componentes de la mano de Cisco.

¿Qué podemos esperar para el futuro? Si no cambia nada posiblemente veremos cómo esta diversificación de la producción se acelera a lo largo de los próximos años. Apple (y otras compañías) querrán ser más cautas y sacrificarán las ventajas de producir en China a cambio de no verse metidas de lleno en una oleada de protestas como las que ya están ocurriendo o un conflicto internacional similar al que tenemos en Ucrania.

Si el objetivo final es llevarse toda la capacidad de producción de China vamos a tardar muchos años en verlo. Pero puede que a finales de la década tu iPhone esté hecho en India, tu iPad esté hecho en Vietnam y el chip de tu Mac haya salido de Texas. Un escenario que se calificaba de imposible se irá haciendo realidad poco a poco.

Imagen | Brian Matangelo

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