Para quienes vivimos la transición de procesadores PowerPC a Intel en 2005, cuesta pensar que hace tan solo dos años (en plena pandemia por COVID-19) desde que Apple anunció su intención de cambiar la arquitectura de sus Macs a procesadores con tecnología ARM, llamados Apple Silicon. La compañía aprendió mucho a cómo conseguir una transición lo más transparente para el usuario entendiendo la importancia de la tecnología y su control en el ciclo hardware y software, para poder conseguir construir productos cada vez más diferenciales.
En esta WWDC 2022 hemos visto como ya se empiezan a ver frutos de esa unificación de sistemas operativos gracias a compartir una única arquitectura de desarrollo unificada a nivel de hardware. Gracias a eso, en la nueva versión de iOS 16 gana interacciones incluso del Apple Watch, y macOS 13 Ventura hereda también una de las funcionalidades claves del iPad, Stage Manager. El resultado de este cambio interno en Apple no son solo estas novedades, es una nueva forma de trabajar entre equipos de la que veremos muchos más resultados en el futuro.
Parece que para este año, Apple nos tiene preparadas muchas sorpresas en forma de nuevos productos - con lo que la presentación de dos nuevos portátiles en la conferencia de desarrolladores pudo tener todo el sentido. Fue la puesta de largo y presentación oficial del chip M2, una evolución de su antecesor M1 que inauguró una nueva generación en muchos sentidos. Los primeros dos Macs que lo incluyen, el MacBook Pro de 13 pulgadas y el nuevo MacBook Air M2 - que además estrenará diseño. Hoy, toca conocer el primero de ellos.
Ficha técnica del MacBook Pro M2 de 13"
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Macbook pro m2 13 pulgadas (2022) - modelo analizado |
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dimensiones y peso |
Alto: 1,56 cm Ancho: 30,41 cm Fondo: 21,24 cm Peso: 1,4 kg |
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pantalla |
Pantalla Retina
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procesador |
Apple M2 |
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memoria ram |
16GB memoria RAM unificada |
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ALMACENAMIENTO |
1TB de almacenamiento SSD |
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SISTEMA OPERATIVO |
macOS Monterey |
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BATERÍA |
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PRECIO |
Desde 1619 euros |
MacBook Pro M2, buscando su hueco en los Pro
El primer Mac que llegará al mercado con procesador M2 será este MacBook Pro, que mantiene casi el mismo diseño que ya conocíamos de la versión de 2020 (tiene algunos pequeños cambios que ahora comentaremos). Apple ha utilizado una estrategia de actualización basada en el procesador que contenía la generación anterior: en el caso del MacBook Air, que sólo disponía de procesadores M1 (ni Max ni Pro) y mantenía aún el diseño de la era Intel. En este caso, se ha añadido un nuevo modelo que estrena diseño con los procesadores M2. Con un matiz importante: manteniendo también el modelo anterior del MacBook Air M1.
La aparición de un procesador M2 no supone la sustitución de la gama anterior en el mundo Mac: es más bien una evolución lineal de la tecnología que se actualiza con los últimos avances y dentro del mapa de desarrollo de Apple. Por ello, veremos no sólo ahora, también en el futuro, distintos Mac con gamas de procesadores diferentes que servirán como escalones entre gamas (similar a lo que ha ocurrido con los iPhone en alguna generación, cuando se mantiene la anterior).
En el caso del MacBook Pro, ya existían dos modelos con nuevo diseño, como el MacBook Pro 16" con M1 Pro que analizamos hace unos meses y que contaban con versiones M1 Pro y M1 Max que no pueden ser sustituidas por el M2 hoy en día - no existe equivalente, aún. Esto implica que el modelo que analizamos hoy con M2 sustituye al único modelo base con M1, manteniendo el diseño del mismo - con lo que la gama se mantiene con la misma estructura y se aumenta el atractivo del modelo "base" con este nuevo procesador.
Un diseño con experiencia, pero con alguna mejora
El diseño de este nuevo MacBook Pro es prácticamente idéntico al que ya conocíamos de la generación MacBook Pro M1, carcasa de aluminio unibody con los colores gris espacial y plata. Las medidas son exactamente las mismas de la generación anterior, manteniendo dimensiones y peso.
La pantalla mantiene también el panel LED retroiluminado de 13,3" con tecnología IPS y una resolución de 2560 x 1600 píxeles. El brillo también se mantiene en 500 nits y sigue la compatibilidad con la gama cromática P3 y la tecnología True Tone. Continúa siendo una excelente pantalla, pero está alejada de la calidad de sus hermanos mayores que ya cuentan con Pantalla Liquid Retina XDR y tecnología ProMotion.
Algo que sí que debería haberse mejorado es la cámara FaceTime HD que continúa siendo de 720p cuando ya existen versiones a 1080p en los modelos superiores. El motor de mejora de imagen incluido en la tecnología M2 consigue mejores resultados que una cámara 720 tradicional al procesar las imágenes por hardware, pero precisamente por ello Apple no debería utilizar resoluciones por debajo de los 1080p.
Al no actualizar esta cámara, tampoco tendremos disponibile la funcionalidad de Center Stage, que utiliza un plano más abierto de la imagen para hacer un enfoque automático de las personas en movimiento en el encuadre. En mis pruebas en videoconferencias durante mis días de análisis del MacBook Pro M2, la calidad de la imagen ha sido buena - incluso en condiciones de baja luminosidad, hay que decirlo - pero una mejora en la definición hubiera servido para potenciar algo que puede considerarse uno de los puntos débiles de este diseño.
Curiosamente, este modelo continúa manteniendo la TouchBar, que ya parecía haberse extinguido con la aparición de los modelos rediseñados de 14" y 16" y los procesadores Pro y Max. Personalmente siempre me ha gustado y la he utilizado desde la compra de mi MacBook Pro en 2016 - el primer modelo que la incluyó. Si os parece útil tener esta funcionalidad, con el procesador M2 la TouchBar sigue funcionando como siempre a buena velocidad de respuesta (y no afecta al rendimiento de la batería).
El sonido ha mejorado en el nuevo modelo, añadiendo compatibilidad con audio espacial
Una de las pocas mejoras incorporadas al diseño que ya conocíamos es la mejora en sonido. No cuenta con el sistema de seis altavoces de sus hermanos mayores, pero ahora es compatible con audio espacial cuando escuchamos música desde cualquier fuente o reproducimos un vídeo - todo desde los altavoces integrados. En mis pruebas, he de decir que los noto con los graves algo más sonoros y con algo más fuerza - seguramente esta sensación está ayudada por el audio espacial que mencionaba.
Es también compatible con el audio espacial con seguimiento dinámico de la cabeza, que se puede utilizar con los AirPods 3, los AirPods Pro y los AirPods Max - como sabéis esto es completamente configurable y lo tendremos disponible en este modelo a diferencia de los modelos con M1 "básico".
Las pruebas de sonido, sin llegar a ser tan contundentes como la mejora de seis altavoces de los hermanos mayores, es muy superior al modelo anterior y gracias al audio espacial tendremos una sensación de potencia y claridad de sonido muy bien equilibrada para este modelo de MacBook Pro. En interiores puede llenar perfectamente una habitación mediana-grande y en exteriores - lo probé en mi terraza - el sonido sigue siendo notablemente fuerte.
También hay que destacar que han mejorado la toma de auriculares de 3,5 mm, añadiendo la compatibilidad avanzada con auriculares profesiones que necesiten de alta impedancia para funcionar. Así que si tenéis o queréis utilizar auriculares profesionales o más grandes de los habituales, este puerto los alimentará con la energía necesaria para poder hacerlos funcionar sin necesidad de ningún accesorio extra.
El teclado también mantiene el Magic Keyboard ya conocido, que solucionaba los problemas mecánicos de funcionamiento de las primeras generaciones, por lo que no tenéis que preocuparos - para mi, uno de los mejores teclado que ha hecho Apple (si os gustan los teclados de perfil bajo, aunque con cierto recorrido).
El diseño, en general, sigue siendo perfectamente válido para un Mac de última generación, sobre todo en lo referente a un diseño delgado que integra disipación activa - es decir, ventiladores - y que en cuento a calidad de materiales y construcción tiene pocos rivales en su ámbito. En un portátil los marcos no llaman tanto la atención como en un dispositivo de mano como un iPhone - aunque se hubiera agradecido que se hubieran reducido - y en general la sensación de uso con él es que seguimos con un portátil excepcionalmente construido, portátil y compacto para casa o para casi cualquier situación fuera de ella.
M2, el siguiente eslabón
El chip M2 no es en ningún caso un reemplazo al M1, sino una evolución de sus características técnicas, que mejora sus prestaciones conteniendo su rendimiento energético - algo esencial para dispositivos portátiles como éste. Este nuevo M2 inaugura un nuevo sistema de creación en la tecnología de 5nm que mejora las capacidades de la generación anterior como veremos en el rendimiento mononúcleo del procesador.
La mejora en este M2 se centra además en mejorar la GPU con dos núcleos más (pasamos de 8 a 10) y un Neural Engine mejorado (casi un 40%) que permite una mayor cantidad de operaciones por segundo. Este cambio se nota especialmente en aplicaciones que utilizan el Machine Learning como motor de detección de personas, fondos o similar - como por ejemplo, Pixelmator Pro o Final Cut Pro.
La memoria RAM ya no es tan importante desde la llegada de los M1: gracias al uso de la memoria unificada, macOS puede utilizar parte de la capacidad del disco SSD integrado si es necesario. El ancho de banda de memoria aquí es esencial para este transporte de datos, que en el M2 además se ha duplicado a 100 GB/s. A pesar de ello, Apple ofrece capacidades de memoria de 8, 16 y 24 GB como novedad.
El modelo de análisis es el de 16 GB, pero si no necesitáis tratar con archivos muy grandes - y con mi experiencia trabajando con un Mac mini "básico" con 8 GB este último año - probablemente con 8 GB serán suficientes en el día a día ya que tanto el sistema operativo como el resto de aplicaciones funcionan espectacular con ellos. Siempre tened en cuenta que esta memoria RAM unificada no es ampliable y debéis pensar en las necesidades que podáis tener en el futuro - dependiendo del uso que queráis darle.
El auténtico músculo de este M2 es el motor multimedia incluido, que incluye aceleración por hardware para el formato H.264, HEVC, ProRes y ProRes RAW. Estos motores de codificación y decodificación por vídeo son similares incluso a los que ya incluyen los M1 Pro, siempre con la potencia mejorada de cálculo de los M2. Estas mejoras incluyen un decodificador de vídeo que soporta el formato H.264 a 8K y reproducción HEVC.
En las pruebas de rendimiento sintético tomadas con la última versión de Geekbench, el nuevo M2 nos demuestra la mejora por núcleo que incluye esta generación - y recuerda en cierta forma al ciclo de vida de los procesadores AX de los iPhone y su cadencia en incremento de potencia:
Casi 1900 puntos en rendimiento por núcleo, el resultado más alto conseguido por cualquier procesador diseñado por Apple hasta la fecha. Como sabéis, el incremento al multiplicarlo por sus núcleos nunca es lineal, pero el M2 consigue una muy buena cifra de 8761 puntos situándolo en la cima de resultados por tipo de procesador. Si lo comparamos el resto de dispositivos lanzados recientemente por Apple:
Una buena cifra teniendo en cuanta que el M2 es una evolución de lo que Apple había conseguido a nivel de arquitectura hardware con el M1 - teniendo además en cuenta que el punto fuerte de los M2 son las mejoras multimedia incluidas en los nuevos motores de decodificación multimedia, y las mejoras en el Neural Engine. Es precisamente por esto por lo que estos benchmarks sintéticos siempre darán un valor algo inferior a sus capacidades reales al sumar sólo la potencia bruta y no los cálculos dedicados en situaciones concretas - como el uso del Machine Learning o la exportación de vídeo. Sin embargo, siempre está bien tenerlos presente como referencia.
Para probar con alguna prueba más real cómo se comporta el nuevo procesador, he utilizado Xcodebench junto con Xcode 13, utilizando un framework que contiene 42 librerías CocoaPods con más de 70 dependencias en 12 lenguajes de programación distintos. El archivo procesa unos 6200 archivos con esta información y nos devuelve el tiempo que tarda en hacerlo:
Se mejoran unos 7 segundos con respecto a la misma prueba con el MacBook Pro M1, siempre considerando que se emplean los ocho núcleos de la CPU (eficiencia + rendimiento) y que es una prueba que mejora si añadimos más núcleos. Para el desarrollo de apps, incluso de apps complejas como la que emula la prueba, este M2 servirá perfecto (se encuentra en tiempos que en otras generaciones estaban reservados sólo a las máquinas más potentes de escritorio).
Hagamos ahora una prueba con Logic Pro, utilizando uno de los test más exigentes de medición de capacidad. La prueba consiste en incrementar el número de instrumentos en tiempo real que se pueden ejecutar antes de que se saturen los núcleos del procesador (los ocho). Para hacer esta prueba subí el buffer de entrada/salida al máximo (1024 muestras). Esta misma prueba en el MacBook Pro M1 me permitía hasta 70 instrumentos reproduciéndose a la vez. Con el este MacBook Pro M2, llego hasta los 90 (dependiendo de lo que tenga en ejecución simultaneamente), que es un resultado muy bueno también para esta generación.
Una de las pruebas que me sorprendió: en la última versión de Final Cut Pro, he utilizado el popular test BruceX para crear un vídeo muy corto a una resolución de 5120 x 2700 con múltiples capas de contenido complejo, que exprime la capacidad de la GPU. La prueba mide el tiempo de exportación de este video eliminando el buffering. Con este MacBook Pro M2 se consiguen unos 12,37 segundos de media, un valor realmente bueno: con el MacBook Pro M1 de la generación anterior la prueba tardó 18,46 segundos, y con el M1 Max del Mac Studio (con 32 núcleos de GPU, conviene recordarlo) fue de 10,23 segundos.
Como comentaba anteriormente, la capacidad del M2 se hace patente con sus mejoras en los motores gráficos de decodificación multimedia. Veámoslo como queda en el test 3DMark Wild Life Extreme que compara de forma cruzada las capacidades de dispositivos móviles y de escritorio (por si queréis hacer vuestras propias pruebas). Un muy buen resultado de más de 6200 puntos y una calificación por encima del 99% del resto de dispositivos.
Probamos con una de las pruebas que recientemente se han actualizado dentro de 3DMark 1.1.333, la versión de Aztec Ruins a 4K con multitud de efectos en tiempo real que en este MacBook Pro M2 llega hasta los 60 frames por segundo y una cifra nada despreciable de 3863 frames totales procesados en la prueba. Seguimos con Shadow of the Toma Raider, un clásico que nos permite situarnos con respecto a otras pruebas - teniendo en cuenta que sigue siendo una versión emulada mediante Roseta 2:
Con la configuración más alta disponible y los filtros más complejos activados, llegamos a una media de 46 frames por segundo. Es curioso porque esta velocidad de fps ya la teníamos en los MacBook Pro M1... pero en la configuración "Alta" y no "Muy Alta" seleccionada. Es decir, con este nuevo procesador conseguimos más calidad gráfica con los mismos frames por segundo. Si bajamos a alta, podremos conseguir unos 52 fps sin ningún problema, según el benchmark que trae el propio juego.
Los discos duros mantienen las velocidades de la gama en unos 2600MB/s de velocidad de lectura y escritura, una ayuda para el trabajo diario con el Mac que no se resiente en interfaz ni en la carga de archivos grandes. Según las evidencias de Blackmagic, la cobertura en ProRes 422 HQ es completa incluso con archivos a 12K.
Para los curiosos en cómo funciona con archivos en bruto de la misma marca, probamos Blackmagic RAW. Las pruebas usando únicamente la decodificación por CPU llegan hasta la resolución 3456p30 (que es un muy buen resultado sin usar aceleración gráfica) pero es cuando usamos la nueva GPU donde conseguimos valores de compatibilidad antes reservados a máquinas con mucha más especialización en tareas complejas:
Como veis una compatibilidad prácticamente completa en los archivos más exigentes en una máquina con un procesador que evoluciona el concepto que conocíamos hace dos años con el lanzamiento de los M1.
Potencia, rendimiento... y batería
Una de las cosas más sorprendentes de este nuevo MacBook Pro con procesador M2 es el consumo energético. En mis pruebas, este MacBook Pro M2 es ahora mismo el dispositivo de Apple que más ha durado sin cargar de todos cuantos he probado (dispositivos móviles incluídos). Es realmente sorprendente apreciar esta evolución y contención energética que sin duda alguna se gana de los años de experiencia integrando chips similares en los iPhone y iPad.
Para mi prueba, mantuve el brillo de pantalla entorno al 50%, y utilicé aplicaciones como Outlook, Teams, OneNote, Slack, Apple Music, iA Writer y Apple Podcasts. Utilizando Jiggler, lograba emular el movimiento artificial de un ratón, para simular comportamiento humano y evitar que se apagara la pantalla cuando no estaba usándolo. El resultado fue mejor que en la generación anterior:
Desde la última carga completa a las 9:00 de la mañana, hasta las 00:00 de la noche de ese día (15 horas), el MacBook Pro M2 contuvo el rendimiento energético hasta el 30%. Algo inaudito teniendo en cuenta que el uso ha sido continuo y la pantalla constantemente estaba activada. Literamente podríamos estar 24 horas trabajando asi con el portátil sin cargarlo.
En mis pruebas durante estos días, la batería tendía a gastar algo más cuando utilizaba sobre todo aplicaciones que tiraban de mucha carga gráfica bajo Roseta 2, pero siempre manteniendo el consumo de uso. Perfectamente podríamos trabajar con este portátil cargándolo en casa y sin necesidad de llevarnos el cargador a la oficina - incluso si lo utilizamos para tareas que exijan más demanda de energía.
El MacBook Pro M2 es además muy frio: al igual que ocurría con su predecesor, la inclusión de un procesador Apple Silicon que contiene cuando y cómo debe arrancar los ventiladores, activando los núcleos de eficiencia o rendimiento para ello consigue un ordenador muy silencioso. Si lo comparamos con cualquier MacBook Pro con Intel, es directamente otro mundo. En mis pruebas, la máxima temperatura que ha alcanzado el punto más caliente de la carcasa, es de 38º (en el margen superior arriba del teclado). En el resto de la carcasa, el calor no molesta y a veces nos preguntaremos si este portátil incluía ventiladores o no.
El MacBook Pro M2 como ventana al futuro
El primer eslabón dentro de la gama MacBook Pro comienza con este modelo a partir de 1619€, que podemos personalizar aún más aumentando la memoria RAM unificada o aumentando el tamaño del almacenamiento interno. Para un uso cotidiano, 8GB de RAM en la arquitectura Apple Silicon es suficiente, pero recordad que si pensáis en trabajos algo más complejos en el futuro no es mala idea subir a los 16GB antes que aumentar el almacenamiento interno.
La nueva generación de la sorprendente tecnología Apple Silicon evoluciona en este primer Mac para ser aún mejor en el portátil: tanto en potencia bruta como una mejora notable a la hora de hacer trabajos que requieran potencia gráfica. Todo ello contenido en un portátil compacto, conocido, silencioso y eficiente energéticamente como ningún otro Mac. Un producto muy redondo con la última tecnología que aprende de la experiencia, para llevar a cualquier parte.
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