La década en que Apple olvidó al iMac

La década en que Apple olvidó al iMac

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La década en que Apple olvidó al iMac

Apple ha actualizado el iPad Pro, pero también abarató el Mac mini duplicando su almacenamiento y, sobre todo, renovó el MacBook Air, el cual queda ahora con unas configuraciones de precios y ampliaciones muy interesantes: es posible hacerse con un i5 con 16 GB de RAM y 256 GB de SSD por menos de 1.500 euros. Mucho mejor que lo que teníamos hasta el día anterior. Esto ha supuesto, por fin, un movimiento hacia los usuarios de consumo, tras las novedades para profesionales presentadas en los últimos meses.

Sin embargo, hay alguien que no se ha renovado, y lo cierto es que ha pasado una década (o decenio, o años diez, o como ustedes lo quieran llamar) lejos de muchas de las novedades que sí que han visto otros dispositivos: el iMac. El que durante mucho tiempo ha sido uno de los grandes estandartes de Apple.

Anclado en 2012

Vamos con un ejemplo gráfico para entenderlo mejor. En 2010 el lenguaje de diseño de Apple estaba menos evolucionado que ahora, y en algunos productos como el iPhone o el iPad, el avance tecnológico aún no permitía ciertos hitos en cuanto al grosor, por ejemplo. Todos evolucionaron e incluso aparecieron categorías nuevas, como el Apple Watch. El iMac es el único que -visto de frente, eso sí- es idéntico al modelo de hace diez años. El único rediseño, de 2012, eliminó su unidad óptica e hizo curva su parte trasera para adelgazar sus biseles.

Comparativa Imac

No es que el iMac tenga un diseño demasiado anticuado (muy distinto sería si el iPad actual tuviese el diseño del original), pero todos los productos han evolucionado estéticamente, en mayor o menor medida, salvo él. Ni siquiera la era de los marcos ínfimos ha llegado todavía al iMac, aunque es justo reconocer que desde 2014 tenemos paneles 5K de una calidad fantástica, 4K en el caso del tamaño inferior.

Precisamente los tamaños disponibles, 21,5 y 27 pulgadas, también suenan más a 2010 que a 2020. El primero se ha quedado demasiado pequeño para ser el base, y el segundo demasiado limitado para ser la opción mayor y por la que apuesta una parte del usuario profesional. Especialmente preocupante es el menor: mientras que el panel base de los iMac creció un 43% en número de pulgadas (además de hacerse panorámico) entre 1998 y 2009, entre 2009 y 2020 ha crecido un 0%.

Imac Base Tamano

Quizás aumentar la combinación de tamaños disponibles hasta paneles de 24 y 30 pulgadas, por dar dos puntos de referencia, podría ser interesante para disparar de nuevo el interés por este icono de Apple.

Misma RAM y mismo almacenamiento

La RAM del iMac también está congelada desde 2012, con 8 GB en el modelo base. Una cantidad muy razonable para entonces pero que tras ocho años empieza a quedarse algo caduca, especialmente en los modelos superiores.

El almacenamiento ha tenido una evolución aún peor: no solo se ha mantenido en capacidad (1 TB, que sigue totalmente vigente), sino que la proporción de SSD frente a disco mecánico en Fusion Drive ha caído. En 2012, una unidad Fusion Drive de 1 TB tenía 128 GB de SSD. En 2020, esa misma unidad tan solo tiene 32 GB de SSD. El resto lo conforma un disco duro de 5.400 revoluciones por minuto.

Presentación de Fusion Drive en el año 2012 a cargo de Phil Schiller.
Año 2012: Phil Schiller presenta Fusion Drive.

Fusion Drive era una gran idea en 2012, pero nada que no sea un SSD debería formar parte de un equipo de Apple a estas alturas, y menos con la caída de precios que ha tenido el almacenamiento SSD en estos años, en torno a un 70% desde el año I de Fusion Drive.

El devenir del iMac en ese sentido queda mejor reflejado que nunca en esta gráfica.

Applesfera Imac Comparativa Ram Y Almacenamiento

El camino señalado por el MacBook Air es el correcto (con sus matices, como esos precios habituales en saltos de RAM o almacenamiento, u ofrecer un i3 de doble núcleo en el modelo base) para ofrecer modelos competentes a precios razonables que sirvan para captar nuevos usuarios de Mac, o fidelizarlos ante una competencia que aprieta en precio -pero sin macOS- y un Internet en el que las aplicaciones web han ganado peso con los años.

Puede ser comprensible que el iMac haya bajado posiciones en las prioridades de Apple: al contrario que en los primeros 2000, el WiFi se adueñó de los hogares y convirtió en ubicua a la conexión a Internet. Motivo para que triunfasen los MacBook. El trabajo y la formación académica también cambiaron, y se implantó masivamente el uso de ordenadores portátiles y el llevarlos con nosotros a cualquier escenario. Así y todo, siempre queda la esperanza de que Apple renueve el que es uno de sus mayores iconos (y dice el rumore rumore que podría ser con procesadores AMD). Eso, u olvidarnos de que vuelva a ser relevante en su porfolio y se le ponga más cara de Mac mini que de MacBook Air.

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