Ha llegado el día. La tendencia alcista en los precios de muchos smartphones apuntaba inevitablemente a esta meta. ¿Cuál? Una donde los Xiaomi son más caros que los iPhone.
Durante años hemos visto cómo se lanzaban comparativas usando el precio de un producto Apple como arma arrojadiza, vertebrando el peso de la crítica sobre su PVP. El "mira todo lo que puedes hacer con este Xiaomi que cuesta aproximadamente la mitad que tu iPhone". Esa crítica ya no tiene razón de ser. Al gigante chino le queda bien lejos aquella imagen de empresa que antepone precios populares al resto. Los honest prices son ahora prices a secas. Por supuesto, hay mucha más tela que cortar que simplemente realizar una comparación contante y sonante.
Cuando un iPhone 14 Pro es más barato que un Xiaomi
Comencemos dando unos datos fríos: el Xiaomi 13 parte de los 999 euros, en su versión básica con procesador Snapdragon 8 Gen 2, 8GB de RAM y 256GB de almacenamiento. El Xiaomi 13 Pro parte de los 1.399 euros, en su única edición 12+256GB. Lo mismo que cuesta el abucheado iPhone 13 Pro Max con la misma cantidad de almacenamiento o lo que me costaría comprar en Amazon un iPhone 14 Pro, un AirTag y una correa para el Apple Watch Series 8.
Sin embargo, las críticas profesionales en torno al Xiaomi 13 Pro vuelven a evidenciar la misma realidad: el bloatware asfixia al software y constriñe la autonomía. Y en grabación de vídeo siguen estancados. Tanto que preocupa, ya que se desaprovecha la brutal potencia del último SoC de Qualcomm. Apple, sin embargo, sigue refinando su iOS 16 y la actual versión 16.4 ha alcanzado ese momento dulce que siempre llega en iOS, cuando los primeros bugs y drenajes de batería dan paso a las novedades sociales y mejoras prácticas en atajos y notificaciones.
Luces, cámaras... y sombras
Parte de ese precio lo justifica el gigantesco módulo Leica que garantiza tres sensores de 50MP y unas dimensiones de 162,8 x 74,6 x 8,38 mm. La misma que la del Xiaomi 12S Ultra, por cierto. Pero el resultado dista bastante de ser una cámara réflex pegada a un móvil: matar moscas a cañonazos, como decía nuestro compañero Ricardo Aguilar, más bien. El móvil, de hecho, se pone bastante por encima de los 200 gramos, y pierde usabilidad a una mano al apostar por una diagonal de semejante envergadura. Los resultados, sin embargo, ni sorprenden ni revolucionan respecto a los últimos OnePlus o los Google Pixel 7.
Y Apple sabe dónde está la clave: en el procesado. Los formatos Apple ProRAW —el sistema optimizado con resolución de 10 bit para conservar más información del rango dinámico que permite capturas a 10 o 48MP— y Apple ProRes —el formato avanzado de postproducción—, además del modo cine, dan buena nota de ello. Apple apuesta por el DGN, el negativo digital, vitaminado con su Photonic Engine: en la naturalidad está la virtud. Si quieres mejores fotos puedes tenerlas, solo a costa de eludir esos pedestres modos automáticos.
Otro debate habitual es el de la RAM: ¿necesita el nuevo iPhone 15 más RAM? Algunas voces claman que sí; los rumores también apuntan a esta dirección. Sin embargo, Apple ha demostrado que su sistema rinde de otra manera, que sus chips A16 Bionic comparten con los SoC M1 y M2 la misma filosofía sobre su fotolitografía: miniaturización extrema, eficiencia energética, potencia gradual. 8GB en un M1 no rinden igual que 8GB en un Intel Core por una sencilla razón: los tiempos de espera. Y a esto también debemos sumar cómo se analiza cada hábito de uso a través de ese Neural Engine que crece exponencialmente de inteligencia generación tras generación.
Goodies y otros "regalos"
La otra gran pregunta, el elefante en la habitación es, ¿y qué pasa con ese cargador, esa funda transparente y todos esos añadidos extra que ofrece Xiaomi sin coste adicional, como las pruebas de Youtube Music o los 6 meses de Google One gratis, con almacenamiento de hasta 2TB? Lejos quedan aquellos días donde cada iPhone venía acompañado de uns auriculares y un adaptador de corriente.
Sobre lo primero, decir que mi cajón lleno de cargadores enredados no habla precisamente bien sobre esas políticas, al menos desde un punto de vista ecológico. Apple comenzó a partir del iPhone 12 una nueva política basada en estos datos: eliminando el cargador evita lanzar 2 millones de toneladas métricas de CO2 a la atmósfera. El equivalente a retirar de circulación unos 450.000 coches.
Sobre lo segundo, es importante recalcar que estas son políticas y acuerdos con terceros. Y si Xiaomi es la tercera marca Android más distribuida y vendida en el mundo, a Google le viene de perlas traer suscriptores a sus servicios con este tipo de regalos con fecha de caducidad. Apple cuenta con alternativas similares: los 3 meses de Fitness+, los 3 meses de Apple Music o Apple TV+ y las ofertas de iCloud. Un ecosistema robusto que además premia y fomenta el uso interplataforma.
Sin embargo, no creo que sea justo ponderar el valor de un producto tecnológico por los servicios asociados. Y si atendemos a lo esencial, me cuesta ver en Xiaomi algo que no tenga mi iPhone 14 Pro. Ya no hay justificación que valga: las ventajas de Android quedan opacadas, y chucherías como la personalización ya no importanta tanto, cuando iOS 16 progresa adecuadamente en esa dirección.
Sí, el flagship de Apple es hoy un 71% más caro que hace un lustro. Pero hacerse con el Xiaomi tope de gama cuesta hoy un 180,36% más que respecto al primer modelo que aterrizó en España. Xiaomi siempre quiso ser un poco Apple. En cuestión de precio ya le ha cazado. En lo demás todavía queda bastante por escribir.
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