Usar un iPhone viejo como router para compartir Internet parece un buen 2x1 para darle una segunda vida útil al dispositivo. O eso parece, ya que incluso en modelos solo compatibles con redes 4G, el acceso a Internet y sus opciones de compartirlo se mantienen intactas. Pero en la práctica, no es tan útil.
Durante un tiempo utilicé un iPhone viejo como punto de acceso permanente para dar conexión a otros dispositivos. Funcionó… pero a un coste que no compensó en absoluto.
La velocidad será un problema (incluso si es 5G)
Hace años, un único router era suficiente para que toda la casa disfrutara de conexión a internet. Pero esto ya no es así. ¿Qué ha cambiado? Varias cosas. Por una parte la cantidad de dispositivos que conectamos a la red. Ya no hablamos de conectar un par de ordenadores. Hablamos de un Mac, un iPad, un iPhone o un Apple Watch por cada habitante de la casa. Y a eso sumémosle otros tantos dispositivos como una aspiradora inteligente o hasta bombillas.
Además de la cantidad, también tenemos que hablar de la velocidad. Hace unos años navegar a 20 Mbps era todo un logro, ahora menos de 500 Mbps se considera propio de velocidades medias. En un momento en que vemos todo nuestro contenido en streaming, descargamos más que nunca y en el que nuestro uso de la red pasa por más contenido audiovisual que nunca, una buena velocidad es imprescindible.
Y aquí es donde entra en juego nuestro antiguo iPhone. Vemos que con el router principal no llegamos a cubrir aquella zona un poco más alejada de la casa. O bien, si lo hace, la velocidad no es la que desearíamos. Tenemos una tarifa de datos ilimitada, así que, ¿usamos el iPhone como punto de acceso Wi-Fi? Mejor que no.
Por una parte entramos en un tema de velocidad. Puede que ganemos respecto a lo que nos da el router, pero una conexión de este tipo nunca alcanzará la velocidad que podemos conseguir con una red Mesh o simplemente haciendo pasar un cable hasta la zona más alejada de nuestro hogar y colocando un repetidor.
No solo es una cuestión de velocidad
Lo que de verdad hace que esta no sea una solución viable es el consumo energético. Dejar el iPhone compartiendo la conexión a internet durante varias horas representa un consumo más que considerable, por lo que rápidamente tenemos que enchufar el teléfono. Si a esto le sumamos el calor generado por el uso continuado de esta función, nos quedamos ante una situación que hay que mirar con mucho cuidado.
El iPhone no está pensado para esta carga de trabajo de forma sostenida. La función de compartir la conexión a internet va muy bien para unas cuantas horas, pero no para dejar el iPhone enchufado como si fuera un router durante semanas o meses.
No todos los iPhone tienen que correr el mismo destino, es cierto, pero gestionar este tipo de conectividad supone todo un reto para un dispositivo que no está preparado para ello en cuanto a refrigeración sostenida en el tiempo.
En este sentido, y si nos encontramos esta tesitura, seguramente sería mucho más acertado invertir en un punto de acceso pensado para llevar a cabo esa tarea que arriesgarnos a un disgusto. Y para el viejo iPhone, hay otras formas de darle una segunda vida.
En Applesfera | Cómo arreglar los problemas de cobertura del iPhone
En Applesfera | Nuevos iPhone 18 - Todo lo que creemos saber sobre ellos
Ver 0 comentarios