Por qué el Cruise Origin nos acerca al futuro coche autónomo de Apple

Por qué el Cruise Origin nos acerca al futuro coche autónomo de Apple

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Por qué el Cruise Origin nos acerca al futuro coche autónomo de Apple

El sector de los automóviles autónomos se está moviendo más lentamente de lo que pensamos en un inicio. A pesar de los avances tecnológicos, casi todos se han centrado en añadir la autonomía a coches cotidianos. Pocos se han centrado en repensar el espacio interior. Uno de ellos ha sido Cruise con su vehículo Origin, al que el medio The Verge tuvo acceso en exclusiva hace unas semanas.

El Origin es justo lo que podríamos esperar de un futuro Apple Car. Porque pone encima de la mesa valores como el diseño y la experiencia.

La oportunidad de empezar de cero

El Origin de Cruise tiene un aspecto distinto a todo lo que hayamos visto. Por fuera podríamos pensar que se trata de un vehículo formado por dos mitades traseras de un monovolumen. No hay parte manera de decir hacia dónde apunta el vehículo. Son perfectamente simétricas y cuenta con puertas en ambos laterales.

Esto es porque Cruise ha querido empezar un vehículo desde cero. La tecnología autónoma que han desarrollado le ha permitido suprimir numerosas partes hasta ahora esenciales en un coche. Empezando por el volante, la palanca de cambios y los pedales, que no se encuentran por ningún sitio.

Su eliminación no solo libera espacio en el interior, sino que además permite reorientar todo el espacio. Casi todos los coches se han caracterizado desde comienzos del siglo XX por tener una, dos o tres filas de asientos orientadas hacia adelante. En el Origin nos encontramos con dos filas de butacas frente a frente.

Suprimiendo el capó y el maletero, el vehículo mantiene sus dimensiones exteriores pero gana en interior de forma significativa. Y nos revela uno de los cambios fundamentales: la igualdad entre todos los pasajeros.

Un vehículo donde prima el espacio para todos los pasajeros

Interior 1 Imagen: The Verge.

Hasta ahora, todos los coches han priorizado el confort y el control del mismo para el conductor. Tiene el mejor asiento, visibilidad, comodidad y mandos a su alcance, mientras que el resto de viajeros lo hacen en segunda clase. Toda la atención del fabricante se la lleva el conductor, como es lógico, puesto que será el responsable de cada uno de los viajes.

Con el Origin, Cruise pone a todos los viajeros en igualdad de condiciones. Frente a la tiranía del conductor, los ocupantes de este vehículo disfrutan de los mismos privilegios y comodidades: un asiento más o menos cómodo, espacio para estirar las piernas, entrar y salir del vehículo con facilidad, visibilidad, etc.

Visto en su estado actual, Cruise incluso podría dejar una única puerta lateral y prolongar los asientos. Una estancia con sitios en forma de "U" o "C" que permita sentarse a más viajeros, tal y como ocurre en las limusinas. La experiencia es totalmente distinta a la de un coche tradicional

Un servicio de transporte a la medida del viajero

Interior 2 Imagen: The Verge.

Cada vez que nos desplazamos, nos enfrentamos a una decisión: ¿debería gastarme 30 dólares o 30 minutos de mi tiempo?

Esto es lo que se preguntaba la empresa en un interesante artículo en Medium. Aunque la autonomía en la conducción de vehículos no es exclusiva de Cruise (hay decenas de compañías además de Tesla o Waymo), la forma en que está aprovechándola sí que lo es. La combinación de esta tecnología liberadora de espacio con la redistribución del interior del vehículo permite una experiencia de viaje totalmente distinta.

Cruise está buscando crear una flota de Origins para proporcionar un servicio de transporte urbano. Uno en el que ya no es necesario perder el tiempo conduciendo en los desplazamientos en coche. Al igual que en el transporte público, puedes aprovecharlo para hacer otras cosas. Y con el espacio que se encuentra en el interior, no irás apretujado. Leer un libro, chatear, hablar por teléfono e incluso trabajar son posibilidades muy reales.

Prescindir del volante, palanca de cambios y pedales gracias a la autonomía abre todo un horizonte de oportunidades en el interior de los vehículos

Además del espacio, contaríamos con la ventaja de tener un vehículo que me recoge donde lo necesito y me lleva donde quiero. Por el camino, puede recoger y dejar a otros pasajeros de forma dinámica, en una mejora significativa de los viajes en transporte público con paradas determinadas.

La mayoría de los viajes en coche se hacen en solitario. Un coche se pasa el 95% del tiempo aparcado y sin usarse. El futuro de los vehículos autónomos es un servicio donde el viajero no es el propietario sino el usuario.

Apple Car: diseño y experiencia

Apple car

Han pasado años desde que supimos de la existencia de Project Titan, la intención de Apple por lanzar un coche autónomo propio. Con el paso del tiempo, el avance de la tecnología y el éxito de compañías como Tesla, el panorama ha cambiado. La compañía de Cupertino decidió abandonar sus planes iniciales por crear un coche eléctrico autónomo y lleva un tiempo orientada hacia el desarrollo de la tecnología en sí.

El testimonio más reciente de estos avances lo vimos a finales de enero, cuando "pillaron" un Lexus de Apple con un montaje en el techo que llamaba la atención. Con una forma que recuerda al iPhone 4, en su interior se encontraban todos los sensores necesarios para la conducción autónoma. Y mientras la compañía hace pruebas de su equipo, seguimos viendo el goteo constante de patentes relacionadas con vehículos y autonomía.

Apple es una empresa de diseño que crea herramientas para facilitar y acercar la tecnología a las personas. Por eso, un vehículo autónomo de Apple estará más cercano a la propuesta de Cruise que de un Tesla 100% automático. Un detalle interesante, Cruise está participada por varias compañías, entre ellas Softbank a través de su Vision Fund. Apple invirtió 1.000 millones de dólares en ese fondo hace tres años. Hace unos meses, Apple volvió a invertir una cantidad no especificada en el mismo fondo.

Desconocemos el grado de avance de Project Titan ni tampoco sus planes exactos. Sí que sabemos de boca de Tim Cook que Apple está trabajando en ello. Juntando todas las piezas, es evidente que el coche de Apple será más bien un servicio con vehículos autónomos que ofrecerán una experiencia de viaje distinta. Solo así podría hacerse un hueco en el concurrido e incipiente mercado.

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